Antes de Pentecostés, ¿qué hacía el Paráclito? ¿A qué se dedicaba el Espíritu Santo? El gran predicador mexicano fray Roberto Ugalde, O.F.M., lo explicó en su libro “El Espíritu Santo en nuestro mundo”, que escribió en 1989. Aquí señalamos algunas de sus reflexiones:

+ “La operación de santificación de los hombres está encomendada al Espíritu Santo desde siempre y por siempre. Esta operación tiene después del pecado un sentido de rescate. Por tanto, no se debe pensar que esta acción santificante se haya iniciado a partir del pecado de Adán”.

  • “Tampoco se debe pensar que el Espíritu Santo haya permanecido inactivo en tiempos del Paraíso terrenal”.
  • “Cuando operaba en Adán aplicaba su acción a una criatura nueva, sin manchas, sin taras, sin herencia de muerte A partir del pecado, en cambio, esta operación santificadora es aplicada a hombres caídos en desgracia y apartados de Dios”.
  • “La misión del Espíritu Santo, en este punto, consiste en promover y ayudar al hombre para que salga del pecado, consiga la vida sobrenatural y configure su vida según Dios”.
  • “La vida sobrenatural ha sido perdida por el hombre, por culpa de él. En consecuencia, es el mismo hombre quien, en justicia, debe empeñarse y esforzarse por recuperarla… La ayuda del Espíritu Santo es absolutamente necesaria, por cuanto sólo con ella puede el hombre salir de su estado de muerte… Cada hombre tiene su propia responsabilidad y es dueño de su éxito o fracaso.
  • “El Espíritu Santo puede hacer esta obra… inclusive… sin el concurso del hombre… En algunos casos ha realizado esta operación con su impresionante libertad. A Juan Bautista lo santificó en el seno materno tres meses antes de su nacimiento. A María Santísima la colmó de santidad y perfección en el instante mismo de su concepción inmaculada”.
  • “El Espíritu Santo esta activo desde el principio y lo estará hasta el fin. En todos los tiempos su acción es bien recibida por alguien. En la corrupción general de los tiempos antiguos, Noé fue hallado justo en unión de su familia. En Sodoma vivía Lot, agradable a Dios. En Salem vivía Melquisedec. Pero los justos que menciona la Sagrada Escritura no son todos los justos que fueron ante Dios”.
  • “A veces pensamos que todo se ha corrompido en nuestros tiempos; pero hablamos así por ignorancia, sin conocer la cantidad de almas que en medio del mundo le han dicho ‘sí’ al Espíritu Santo”.

TEMA DE LA SEMANA: EL ESPÍRITU SANTO Y LOS ORÍGENES DE LA MISIÓN

Publicado en la edición semanal digital de El Observador del 31 de mayo de 2020.No.1299

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