Cambia, Señor, mi corazón para que esta Navidad, cuando Te pida paz para los hombres, entienda que yo tengo que contribuir a crear esa paz.
Que cuando Te vea representado en los nacimientos en un humilde pesebre, entienda que no es una figura romántica, sino que quisiste nacer pobre.
Que recuerde que, aunque celebremos Navidad una vez al año, Navidad es siempre porque Tú ya has nacido.
Que Navidad sea, Señor, en nuestros corazones. Y que seamos verdaderos constructores de tu Reino.
Yusi Cervantes
TEMA DE LA SEMANA: LA BELLEZA QUE SALVA AL MUNDO
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 20 de diciembre de 2020. No. 1328