Benedicto XVI para mí es padre y hermano, por carta le escribo ‘filial y fraternalmente’. Lo visito a menudo en el monasterio Mater Ecclesiae y si recientemente lo veo un poco menos es solo porque no quiero cansarlo. La relación es muy buena, muy buena, estamos de acuerdo en qué hacer. Benedicto XVI es un buen hombre, es santidad hecha persona. No hay problemas entre nosotros, entonces todos pueden decir y pensar lo que quieran. Creo que incluso lograron decir que nos peleamos por qué tumba me pertenecía y cuál a él”, dijo el Papa Francisco sobre su relación con el Papa Emérito en una entrevista a Gian Marco Chiocci para la agencia italiana Adnkronos.
Y continuó: “Al comienzo de mi pontificado fui a ver a Benedicto XVI. Mientras pasaba las órdenes me dio una caja grande y me dijo: ‘Aquí están las actas con las situaciones más difíciles, llegué hasta aquí, intervine en esta situación, empujé a esta gente y ahora… te toca a ti’. Aquí no he hecho más que recoger su testigo, continué su obra”.
En relación a las críticas a su pontificado respondió. “No diría la verdad, y haría mal a su inteligencia, si le dijera que las críticas te dejan bien. A nadie le gustan, especialmente cuando le dan una bofetada, cuando duelen si se habla de mala fe y con malicia. Con igual convicción, sin embargo, digo que la crítica puede ser constructiva, y luego lo tomo todo porque la crítica lleva a examinarme a mí mismo, para hacer un examen de conciencia, para preguntarme si me equivoqué, dónde y por qué me equivoqué, si lo hice bien, si hice mal, si podría hacerlo mejor. El Papa escucha todas las críticas y luego ejercita el discernimiento, comprendiendo qué es bueno y qué no. Ciertamente no puedo dejarme llevar por todo lo poco positivo que escriben sobre el Papa”, subrayó.
TEMA DE LA SEMANA: «UN HOMBRE LLAMADO PAPA»
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 14 de marzo de 2021 No. 1340