El confinamiento iniciado a nivel global entre marzo y abril de 2020 supuso, entre muchas otras cosas, un freno en las actividades pastorales de las parroquias.

En España y América es común que los niños que se han preparado por medio de la catequesis hagan su primera Comunión a finales de abril o en mayo. Sin embargo, el cierre abrupto de los templos obligó a detener por un tiempo tanto la conclusión de los cursos catequéticos como las celebraciones de la Eucaristía. Así que casi todas las parroquias y colegios católicos postergaron en 2020 las primeras Comuniones a los meses de septiembre u octubre, o incluso hasta principios del mes de diciembre.

Hubo una parroquia, la de St. MacCullins, en Lusk, Irlanda, que decidió resolver el asunto de esta manera: en vez de posponer las primeas Comuniones de una decena de niños, programadas para el 16 de mayo de 2020, decidió que éstos la harían desde sus casas el día señalado. Se vistieron con sus atavíos de primera Comunión y siguieron la Misa frente a las pantallas de sus computadoras. En cuanto a la Comunión, el párroco consagró las Hostias previamente y las hizo llegar a los padres de familia, quienes se la dieron a sus hijos durante la Misa. Además una cámara grabó a cada uno de ellos, y al final se enviaron los videos al párroco, quien los dio a conocer.

Aunque en los demás lugares los niños finalmente pudieron hacer la primera Comunión, o, en su caso, recibir la Confirmación, más de un padre de familia se quedó con la incertidumbre de si la formación que sus hijos alcanzaron a recibir fue adecuada y suficiente.

No sólo los niños se vieron afectados a causa de las catequesis interrumpidas, sino también los adultos. Por ejemplo, en Francia, donde año con año en la Vigilia Pascual se observaba un número creciente de catecúmenos que recibían el Bautismo, en la de 2021 hubo un claro descenso. En 2020 se habían bautizado ese día 4 mil 468 adultos, mientras que este año apenas recibieron el primero de los sacramentos 3 mil 639 catecúmenos.

Las parroquias han intentado seguir ofreciendo catequesis de iniciación cristiana, pero de manera no presencial.

Mas no todos los centros parroquiales ni los feligreses cuentan con los recursos técnicos para hacer de la formación en línea la manera habitual de enseñar o aprender las verdades de la fe.

En este momento muchas parroquias de todo el planeta ya están abriendo las suscripciones para el siguiente ciclo de catequesis, especialmente catequesis pre-sacramental; pero algunas continuarán con la modalidad en línea, sea vía Zoom o con materiales para que los interesados los consulten en el tiempo que mejor les acomode.

Otras parroquias ya se preparan para las catequesis presenciales. Por ejemplo, en Santiago de Compostela, España, el padre José Porto, párroco de Santa María la Real de Sar, quien desde que empezó el cierre de templos percibió decepción y desánimo en la gente, ha decidido recuperar el número de niños que tomaban catequesis, y que eran casi de 200; lo hará multiplicando los grupos y restringiendo el número de infantes en cada uno, que serán incluso de apenas 4. “Es un esfuerzo grande pero no hay otra opción”.

Redacción

TEMA DE LA SEMANA: «CATEQUESIS EN PANDEMIA: UNA OPORTUNIDAD DE LOS PADRES DE FAMILIA PARA HACER CRECER LA FE»

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 25 de abril de 2021 No. 1346

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