¿Te gustaría obsequiarle a tu familia, a tu comunidad, a tus amigos o a tu país algo muy especial? Estás en el texto indicado, porque en esta edición vamos a explicarte como los ramilletes espirituales son les regalos perfectos a favor del otro
Por Mary Velázquez Dorantes
Sabemos que el mundo está sufriendo, que existen muchos problemas que nos gustaría poder combatir; a veces pensamos en resolverlos de forma económica o social, pero dejamos a un lado una de las herramientas más importante para ayudar a los demás: la oración.
Los ramilletes espirituales son cadenas de oraciones por personas e intenciones específicas, van en forma de arreglo de flores, pero lo más importante es que en lugar de flores presentamos a Dios oraciones.
Una de sus características principales es que son actos reservados, muy íntimos, sólo la persona que los ofrece sabe que lo está haciendo. En muchas ocasiones suelen entregarse en forma de carta, pero no van firmados, son anónimos y se colocan en algún sitio destinado para las oraciones colectivas en tú parroquia.
¿QUÉ PODEMOS OFRECER EN UN RAMILLETE ESPIRITUAL?
Antes que nada, puedes pensar en una persona, familia, situación o problema específico, luego tendrás que hacer un examen de qué tipo de oración u acto puedes ofrecer por ello, y por cuánto tiempo.
Los ramilletes están conformados por misas, comuniones espirituales, rosarios, visitas al Santísimo, ayunos, oraciones individuales a una hora en específico, u oraciones con la familia o los amigos; las jaculatorias son también formas de que tu ramillete este completo, lectura de salmos diarios, algún esfuerzo físico de alguna tarea o quehacer, horas de trabajo específico, trabajo comunitario, servicio social a los enfermos o abandonados, lecturas bíblicas, donación de bienes materiales por los que más lo necesitan. En realidad, tenemos muchas opciones de hacer que nuestra oración a Dios ayude a los demás.
Es importante que nos pongamos metas que podamos cumplir, puedes comenzar con los primeros cinco días de la semana, o quizás cuatro domingos.
UNA ORACIÓN ESPIRITUAL EFECTIVA
La oración toca el corazón misericordioso de Dios, pero además nos motiva a mantener siempre un canal de comunicación con Él. Los ramilletes espirituales les permiten a las personas interceder a través de la oración por muchas causas, a veces también es bueno realizarlos en grupos, con ello podemos contagiar a los demás de estar unidos como hermanos en oración; imagina por un momento que irás a la florería y elegirás las flores más agradables para enviárselas a alguien más, ese acto seguramente alegrará el corazón del otro.
En ésta misma sintonía se encuentran los ramilletes espirituales, siendo una oración efectiva, llena de buenas intenciones. Puede ofrecerse por personas que siguen vivas o incluso podemos ofrecer ramilletes por las ánimas del purgatorio o personas que ya murieron. Cada oración cuenta, cada oración Dios la escucha, cada oración siempre es necesaria.
¿CÓMO PODEMOS PREPARARNOS?
Es importante saber el tipo de ramillete que ofreceremos, por quién lo haremos y cuánto tiempo; luego invita al Espíritu Santo a que te oriente a platicar con Dios, piensa que es un acto de amor determinado.
Puedes apoyarte de la Virgen María para que a través del silencio y la intimidad con Dios cumplas con tu ramillete; también te puedes inspirar leyendo sobre la vida de los apóstoles, o de algún santo de la Iglesia que te llame la atención. Recuerda tener un tiempo específico y un lugar determinado, pero lo más importante es tener un corazón sincero, guardar en silencio lo que estás ofreciendo; las prisas no ayudarán, tampoco lo harán los periodos muy largos. Comienza de a poco y verás como la oración hace milagros.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 12 de septiembre de 2021 No. 1366