En diversas ocasiones el Papa Francisco ha expresado la importancia del valor de la vida en cualquiera de sus etapas; se ha pronunciado contra la cultura del descarte que desprecia la vida, y que ofrece soluciones simples a una mujer embarazada para “quitar del medio a uno”.
La vida es inviolable | 25 de mayo del 2019
“Desafortunadamente la cultura dominante de hoy no promueve este enfoque (las terapias fetales o los Hospicios prenatales): a nivel social, el miedo y la hostilidad hacia la discapacidad a menudo conducen a la elección del aborto, configurándolo como una práctica de ‘prevención’. Pero la enseñanza de la Iglesia sobre este punto es clara: la vida humana es sagrada e inviolable y el uso del diagnóstico prenatal con fines selectivos debe ser fuertemente desalentado, porque es la expresión de una mentalidad eugenésica inhumana, que priva a las familias de la posibilidad de acoger, abrazar y amar a sus hijos más débiles”.
Aborto no es una cuestión de fe | 25 de mayo del 2019
Fuera del discurso Francisco dijo: “A veces oímos: “Eh, ustedes católicos no aceptan el aborto, es el problema de su fe”. No: es un problema pre-religioso. Pre. La fe no tiene nada que ver con esto. Luego viene la fe, pero no tiene nada que ver: es un problema humano. Es un problema pre-religioso. No carguemos en la fe algo que no le compete desde el principio. Es un problema humano. Sólo dos frases nos ayudarán a entenderlo bien, dos preguntas. Primera pregunta: ¿es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? Segunda pregunta: ¿Es lícito encargar un sicario para resolver un problema? A ustedes la respuesta. Este es el punto. No hay que volcar sobre lo religioso sobre algo que concierne lo humano, ¿eh? No es lícito. Jamás, jamás, eliminar una vida humana ni encargar a un asesino a sueldo para resolver un problema”.
No matarás | 10 de octubre del 2018
Audiencia general dedicada al quinto de los diez mandamientos: “Se podría decir que todo el mal obrado en el mundo se resume en esto: el desprecio por la vida. ¿Y qué lleva al hombre a rechazar la vida? Son los ídolos de este mundo: el dinero —mejor deshacerse de esto, porque costará— el poder, el éxito. Estos son parámetros incorrectos para valorar la vida. ¿Cuál es la única medida auténtica de la vida? ¡Es el amor, el amor con el que Dios la ama! Un punto de vista contradictorio consiente también la supresión de la vida humana en el seno materno en nombre de la salvaguardia de otros derechos. Pero, ¿cómo puede ser terapéutico, civilizado, o simplemente humano un acto que suprime la vida inocente e indefensa en su florecimiento? No se puede”.
Amoris Laetitia | 19 de marzo de 2016
“Si un niño llega al mundo en circunstancias no deseadas, los padres, u otros miembros de la familia, deben hacer todo lo posible por aceptarlo como don de Dios y por asumir la responsabilidad de acogerlo con apertura y cariño. Porque cuando se trata de los niños que vienen al mundo, ningún sacrificio de los adultos será considerado demasiado costoso o demasiado grande, con tal de evitar que un niño piense que es un error, que no vale nada y que ha sido abandonado a las heridas de la vida y a la prepotencia de los hombres. El don de un nuevo hijo, que el Señor confía a papá y mamá, comienza con la acogida, prosigue con la custodia a lo largo de la vida terrena y tiene como destino final el gozo de la vida eterna”.
TEMA DE LA SEMANA: AUNQUE EL CAMINO SEA LARGO Y EL TIEMPO NUBLADO, EN MÉXICO LA VIDA SIGUE SIENDO SAGRADA
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 19 de septiembre de 2021 No. 1367