Por Sergio Estrada
En el sentido de la evangelización se ha dicho por mucho que el continente Americano es el Continente de la esperanza, debido a que en estas tierras tuvo lugar la aparición de la Virgen de Guadalupe para traer la paz el 12 de diciembre de 1531.
La Madre del Cielo se apareció a San Juan Diego (vidente) pidiéndolo le llevara su mensaje de amor y la creación de una casita en el Tepeyac para demostrar ahí su amor y, comprensión a todos sus hijos con las frases tan sonadas: Qué te aflige, qué te preocupa No estoy yo aquí que soy tu madre.
Es de esta manera como la Virgen de Guadalupe muestra su cariño y amor a todos nosotros que somos su hijos, Además de guiarnos a través del Evangelio a su hijo Jesucristo, a partir de este momento millones de peregrinos llegan a su casita no solo el 12 de diciembre, sino que a lo largo del año también llegan muchos más en las peregrinaciones.
Y con tanta confianza a simple vista nos damos cuenta que en la festividad de la Virgen de Guadalupe 2021 se reafirma la convicción, luego de que más de 7 millones de visitantes de todos los rincones del país se hacen presentes para visitar, adorar y darle gracias a nuestra Madre Santísima de Guadalupe. Saliendo este amor desde el corazón de los peregrinos con sentimientos de fe, esperanza y amor a la Madre de Dios.
Sin importar las bajas temperaturas, ni el hambre, ni siquiera la forma de llegar al santuario mariano más visitado del mundo, los visitantes llegan en camiones, bicicletas, caminando, corriendo e incluso unos de rodillas para ver a la Reina del Cielo una vez más y agradecer los favores recibidos por todo un año. ¿Qué gran fervor podemos ver de los peregrinos que vienen a saludar a la Madre del Cielo? Y que por esto y más han bautizado a América y principalmente a México como tierras de esperanza.
Es de esta manera como se homenajea con amor y gratitud y veneración a nuestra Reina Santa María de Guadalupe, profundizando en el hecho guadalupano en fidelidad a la herencia espiritual. Es por esto que el papa Juan Pablo II declaro a la Virgen de Guadalupe como patrona de América no solo de México, sino de América Latina y las Filipinas.
También llamada la Señora del Cielo, debido a investigaciones se tiene que en los momentos de sus apariciones se encontraron ciertas posiciones de constelaciones y estrellas, además que en su manto también hay estrellas con ciertos mensajes.
San Juan Diego en espíritu laical y la vida de los cristianos
El espíritu laical de San Juan Diego influye en nuestra vida cristiana en conceptos del laicado y su acción en la Iglesia y el mundo, de la visión materna de la vida y ejemplo de vida del vidente. San Juan Diego ofrece una rica gama de realidades y valores espirituales cristianos que son perennes, para encontrar una motivación a vivir en inspiración de Santa María de Guadalupe.
San Juan Diego al servicio de la evangelización
San Juan Diego como laico contribuyó en nuestra patria a través del mensaje de la Virgen de Guadalupe para la edificación de la Iglesia en nuestro continente, convirtiéndose en un elemento clave de evangelización. En acción de los laicos en la iglesia las diversas formas de asociación resultan de ordinario muy afectivas, pero el testimonio individual como el del santo implica una irradiación de persona a persona en testimoniar la fuerza del Evangelio en la vida cotidiana de los hombres propiciando cambios sociales y religiosos.
El hombre que recibe y lleva es su servidor en que el iluminador no es la persona sino su misión, y ya no entiende su existencia sino en función de su misión. A partir del encuentro con la Virgen, San Juan Diego dedica su vida a servir a Dios en el humilde servicio del cuidado de la ermita de la Virgen, en donde la espiritualidad laical esta atenta a la presencia y la acción de Dios en la vida de las personas comunes que responden en las situaciones ordinarias de su vida.
Importancia del rezo del Santo Rosario
La importancia del rezo del Santo Rosario como principal vehículo para atender las peticiones de nuestra Madre Santísima de Guadalupe: rezar esta oración porque es una suplica sencilla y efectiva contra las situaciones adversas, obteniendo la paz del mundo y las promesas que nos dio la Virgen.
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