Al frente de la asociación, el rector Francisco Ramírez, busca reforzar la formación de los docentes, así como promover el diálogo, la ciencia, la fe y la cultura.

Por Juan Diego Camarillo Ramos

El pasado mes de febrero el Pbro. Francisco Ramírez Yáñez, rector de la Universidad Del Valle de Atemajac (UNIVA) fue nombrado presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Educación Superior de Inspiración Cristiana (AMIESIC), que tiene el objetivo de fortalecer la colaboración entre las universidades con inspiración cristiana para ayudar a la misión evangelizadora de la Iglesia.

Respecto a su nombramiento el padre Francisco señaló, en entrevista para El Observador, que es un trabajo arduo que ha desarrollado años atrás también como presidente de la Organización de las Universidades Católicas de America Latina, cargo que entregó recientemente.

“La AMIESIC se trata de una asociación mexicana donde se tiene prácticamente tres preocupaciones fundamentales: una de ellas es la formación de los maestros mediante una vocalía que constantemente está hablando y presentando temas y procesos de formación. La AMIESIC, tiene también una presencia en la sociedad donde se promueve el diálogo entre la ciencia y la fe, entre la fe y la cultura. Históricamente han sido temas com- plejos”, señaló.

Ahora está asociación mexicana, tiene también como preocupación el demostrar cómo la fe tiene su propio método. “La ciencia tiene su propio método y no son adversarios, son vías que se caminan de manera paralela, pero sin tener contradicción una con otra, porque la metodología es diferente. La AMIESIC trabaja en esto. Finalmente tenemos también un movimiento muy fuerte para la formación pastoral de los cuadros universitarios, donde esta dimensión pueda tener no solamente momentos como es la Cuaresma o como son los eventos extraordinarios, el tiempo de Posadas, etc. sino que se convierte en una acción donde el universitario creyente se convierta también en mensajero”.

Y agregó, “un observador y luego el mensaje. He observado cómo se hacen las cosas, un observador cuando se va: crece, madura y se convierte en un testigo; queremos que nuestros jóvenes siendo observadores de la práctica y de la vida de fe sean también testigos en este campo de la vida de la pastoral”.

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 20 de marzo de 2022 No. 1393

Por favor, síguenos y comparte: