El Papa recibió al Caballero Supremo, quien iba a Ucrania para unirse a los Caballeros polacos a entregar paquetes de ayuda a las familias ucranianas.

El Papa Francisco bendijo una canasta de Pascua muy especial durante una audiencia privada con el Caballero Supremo Patrick Kelly y su familia en el Vaticano el lunes 11 de abril. La canasta de Pascua representa los 10,000 paquetes de ayuda de Pascua reunidos por los Caballeros de Colón de Polonia en los últimos días, y que se distribuyeron durante Semana Santa a las familias desplazadas en Ucrania para ayudarlos a celebrar la Pascua. Cada paquete contiene carne, harina, pasta, chocolate y un cirio pascual. Compartir las canastas de Pascua bendecidas es una tradición especial en los países del este de Europa, y la tradición adquiere especial importancia este año.

“Tuve la oportunidad de compartir con el Papa Francisco todo el buen trabajo que están realizando los Caballeros en Ucrania y Polonia para ayudar a aquellos que sufren por la guerra”, dijo el Caballero Supremo Kelly. “El Santo Padre aprecia mucho nuestros esfuerzos y otorgó su bendición a la canasta de Pascua. Al distribuir estos paquetes de asistencia de Pascua a las familias ucranianas, estamos compartiendo la luz y la esperanza de la Resurrección de Cristo, incluso en este momento de oscuridad y guerra”.

Tras su audiencia con el Papa Francisco, el Caballero Supremo Kelly viajó a Polonia para realizar una visita de Semana Santa con los Caballeros que ayudan a los refugiados de la guerra. Hoy, ayudó a cargar los paquetes de asistencia de Pascua en el último “Convoy de Caridad de los Caballeros de Colón” a Ucrania. Los Caballeros han estado organizando caravanas regulares de camiones que llevan suministros humanitarios a Ucrania. Después de visitar el Centro de Misericordia de los Caballeros de Colón en Hrebenne, el Caballero Supremo cruzó la frontera con Ucrania y llevó paquetes de ayuda de Pascua adicionales a las familias refugiadas en un monasterio del siglo XIV en Rava Ruska, en la Arquidiócesis de Leópolis, en el oeste de Ucrania.

El Caballero Supremo agregó: “hoy tuve la suerte de presenciar cómo los Caballeros de Polonia y Ucrania asumieron el desafío del Santo Padre de servir a otros, especialmente a las madres y los niños, con el espíritu de la valentía creativa de San José”. “Nuestros esfuerzos en Ucrania y Polonia apenas han comenzado”.

Un ejemplo de esa valentía creativa es la expansión de sus Centros de Misericordia hacia puntos estratégicos de la frontera entre Polonia y Ucrania. El primer Centro de Misericordia en establecerse fue el de Hrebenne; un segundo centro abrió a mediados de marzo en Budomierz, Polonia. Durante las primeras semanas de la guerra, los centros brindaron a los refugiados el lugar que necesitaban para encontrar refugio, calor, descanso, comida y agua, así como apoyo espiritual a través de la presencia de los capellanes de los Caballeros de Colón y las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia. Con un cambio en el enfoque principal, que se centraba en la frontera, ahora se están abriendo Centros de Misericordia de los Caballeros de Colón en parroquias católicas en varias ciudades polacas, donde el enfoque serán las necesidades a medio y a largo plazo de los refugiados. Estos Centros de Misericordia continúan con el espíritu de la campaña de la Orden “Todos bienvenidos, todo gratis” establecida en Europa durante la Primera Guerra Mundial.

Publicado en kofc.org

Foto: Vatican Media

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