PREGUNTAS DE NIÑOS
Cristo no escribió de su puño y letra ningún texto del Evangelio, pero sí predicó, y ordenó a sus discípulos que continuaran esta labor. En ninguna parte de la Biblia se lee que Jesús les dijera: “Vayan y escriban”, sino “Vayan y prediquen”.
Hay quienes creen que Jesús, por ser un carpintero, no sabía leer ni escribir, y que ésa es la razón de que no anotara sus enseñanzas en un libro. Pero el texto del Evangelio de este domingo demuestra lo contrario: “Jesús, inclinándose, se puso a escribir en la tierra” (Juan 8, 8).
Jesús hizo algo mucho más grande que escribir la Buena Nueva: formó a sus discípulos: “Hablaba en parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado” (Marcos 4, 34); fundó su Iglesia, y los mandó a hablar y a actuar en su Nombre. Y ellos predicaron lo que de Él habían “visto y oído” (I Juan 1, 3).
Así que enseñaron principalmente de palabra, tal y como ellos habían sido enseñados por Nuestro Señor. Pero más adelante, por la necesidad de enviar algunas instrucciones por carta a quienes estaban físicamente lejos, o bien para explicar en orden la vida, enseñanza y obra redentora de Jesús, comenzó la fijación escrita del Evangelio o Buena Nueva.
Así que la segunda parte de la Biblia, que se llama Nuevo Testamento, es totalmente hija de la Iglesia católica, gracias a la inspiración y asistencia del Espíritu Santo, conforme a la promesa de Jesús: “Cuando venga Él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad completa” (Juan 16, 13); por eso tenemos la seguridad de que lo que está en la Biblia es verdaderamente Palabra de Dios.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 3 de abril de 2022 No. 1395