Una intercesora poderosa de la que muchos dan testimonio
Por Javier Lozano
La Virgen Desatanudos es una advocación mariana extendida ya por todo el mundo y cada vez más conocida gracias en buena parte a la gran devoción que le procesa el Papa Francisco. El Pontífice la conoció en su juventud cuando estudiaba en Alemania, y desde entonces le ha acompañado.
En un mundo de conflictos, de ataques durísimos contra el matrimonio y la familia, y con una cultura hostil a la fe María, Desatadora de Nudos se presenta como una intercesora poderosa y son muchos los testimonios que así lo atestiguan.
Estos son los 5 argumentos por los que la escritora Mary Beth Bracy explica en Catholic Exchange que la Virgen Desatanudos puede ser la patrona de nuestro tiempo:
- Nuestra Señora convertirá los obstáculos en peldaños en el camino hacia la santidad
“Quien se une a María para unirse a Jesús, quien se acerca a ella en oración, esa persona podrá resolver sus problemas y desatar los nudos de su vida”, afirma el obispo de Augsburgo, monseñor Bertram Meier. Además, san Luis María de Montfort explicaba que la Virgen alivia las luchas y miedos personales, llevando a los creyentes en su vientre hasta dar a luz en la eternidad.
- La Santísima Madre sanará las heridas en el matrimonio y la familia
La pintura de María, Desatadora de Nudos se encuentra en la Iglesia de San Pedro en Perlach en Augsburgo, Alemania, desde 1700. Esta imagen, titulada «Wallfahrtsbild», se atribuye al pintor barroco Johann Georg Melchior Schmidtner (1625-1705).
Fue encargado por Hieronymus A. Langenmantel (1641-1718) quien quería expresar su gratitud por la reparación del matrimonio de su tío Wolfgang. En septiembre de 1615, Wolfgang buscó el consejo del padre Jakob Rem, SJ para evitar el divorcio. Este sacerxote pidió la cinta que se usó en la ceremonia de la boda para la tradición de atar las manos de la pareja, para simbolizar la unión eterna que se está produciendo. Rezaron juntos cuatro veces, durante un período de veintiocho días, y pidieron la intercesión de Nuestra Señora. Entonces el padre Rem levantó la banda frente a una imagen de Nuestra Señora de las Nieves, la sacudió, y pidió su intercesión con las palabras: “En este acto religioso, levanto los lazos del matrimonio, para desatar todos los nudos y suavizarlos”. El nudo se deshizo, la cinta se volvió blanca como la nieve y su matrimonio se curó.
- Como buena madre, la Virgen nos guardará en su manto de protección
“María Desatadora de Nudos es Nuestra Señora que desata todos los problemas de la vida y nos libra de los engaños a los que nos ata el Diablo”, afirma monseñor Eduardo García, obispo auxiliar de Buenos Aires.
La Virgen Desatanudos ayuda a numerosas personas a superar adicciones y encontrar o el trauma posterior al aborto. Son numerosos los testimonios de cómo intercede milagrosamente por los enfermos y los que sufren, así como por los que necesitan conversión. María ayuda a las personas con dificultades económicas, trabajo y en la obtención de puestos de trabajo. Además, muchos fieles se han colocado bajo su protección, incluidos funcionarios gubernamentales, profesionales de negocios y grupos católicos.
- El Papa, muy devoto de esta advocación
Cuando aún era un estudiante que estudiaba en Alemania y experimentaba dificultades en su vida, el Papa Francisco descubrió la pintura de Nuestra Señora, Desatadora de Nudos. Como arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio promovió esta advocación a través de esta imagen de la Virgen en cada carta que enviaba.
El Papa Francisco también eligió esta imagen para el anverso de la estampa impresa para su ordenación episcopal. Algunas imágenes de Nuestra Señora, Desatadora de Nudos se exhiben en las iglesias y decenas de miles de personas acuden a venerarla cada mes.
- Ella intercederá por nuestro mundo devastado por la guerra.
La Virgen Desatanudos ha intervenido, según numerosos testimonios, por muchas personas durante conflictos regionales o internacionales. Especialmente en estos tiempos, es imperativo encomendarse a nuestra Santísima Madre.
Tomado de Fundación Cari Filii
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 24 de abril de 2022 No. 1398