Por Sergio Ibarra
Es el título de un escrito del P. Filiberto Cruz Reyes publicado en 2013. A sabiendas que nos disculpará por compartir estas valiosas reflexiones, presento esta columna con la que, espero, reiniciar mi participación en nuestro querido Observador.
Se refiere a la publicación el 27 de Mayo de 1963 de un disco icónico del ganador del Premio Nobel de Literatura Bob Dylan de uno de sus poemas que, sin duda, le valieron este galardón: La respuesta esta en el viento. Dylan plantea nueve preguntas que cuestionaban el contexto social de una población de USA que vivía una tercera generación que había enfrentado dos guerras mundiales y la de Korea. Resalto una de ellas: ¿Qué tan humanos, tenemos que ser, para el sufrimiento entender? Habría que dar continuidad a esta pregunta hasta nuestros días, en nuestra ciudad, en nuestro Estado, pero sobre todo a nivel nacional.
El escrito refiere a un célebre encuentro en donde Martin Luther King Jr invitó al grupo Peter, Paul & Mary, el 28 de Agosto de 1963, que la interpretaría magistralmente a tres voces. Música, como bien dice el padre Fili, que dictó una forma de ver la vida como compromiso por los derechos humanos y la vida.
El 27 de Septiembre de 1997 en el Congreso Eucarístico Nacional Italiano en Bolonia, con miles de jóvenes reunidos entre la cultura y la oración, sonaba de fondo Dylan y cuando apareció Juan Pablo II exclamó:
Amadísimos jóvenes, os doy gracias por esta fiesta, que habéis querido organizar como una especie de diálogo a varias voces, donde la música y la coreografía nos ayudan a reflexionar y a orar. Hace poco, unos de vuestros representantes ha dicho en nombre vuestro, que la respuesta a los interrogantes de vuestra vida está silbando en el viento. Es verdad. Pero no en el viento que todo los dispersa en los torbellinos de la nada, sino en el viento que es soplo y voz del Espíritu, voz que llama y dice: “Ven” (cf. Jn 3, 8; Ap 22, 17). Me habéis preguntado ¿Cuántos caminos debe recorrer un hombre para poder reconocerse hombre? Os respondo: Uno. Uno solo es el camino del hombre; es Cristo, que dijo: “Yo soy el camino” (Jn 14,6). Él es el camino de la verdad, el camino de la vida.
El rebelde cantautor, se inclinó delante del Pontífice, como parte de su conversión al cristianismo. Como sucedió con otro icónico escritor existencialista, Albert Camus que, como quien sabe cuantas almas, encontraron, en el viento de sus vidas EL camino.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 24 de julio de 2022 No. 1411