Meditación y oraciones hacia el sosiego

Estoy tan convencido, Dios mío, de que velas sobre todos los que esperan en Ti, y de que no puede faltar cosa alguna a quien aguarda de Ti todas las cosas, que he determinado vivir de ahora en adelante sin ningún cuidado, descargando en ti todas mis solicitudes…

Por tanto, espero que me sostendrás firme en los riesgos más inminentes y me defenderás en medio de los ataques más furiosos, y harás que mi flaqueza triunfe de los más espantosos enemigos.

Espero que Tú me amarás a mí siempre y que Te amaré a Ti sin intermisión, y para llegar de un solo vuelo con la esperanza hasta dónde puede llegarse, espero a Ti mismo, de Ti mismo, oh Creador mío, para el tiempo y para la eternidad. Amén.

Fragmento.

TEMA DE LA SEMANA: “¿ES POSIBLE LA PAZ INTERIOR? LOS SANTOS TIENEN LA RESPUESTA»

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 23 de octubre de 2022 No. 1424

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