Hoy es uno de los modelos de captación de recursos para la rehabilitación de niños con discapacidad más exitosos de América Latina.
Lo que comenzó con un sueño del fundador del Teletón, Fernando Landeros, hace un cuarto de siglo, hoy es uno de los modelos de captación de recursos para la rehabilitación de niños con discapacidad más exitosos de América Latina.
La alianza de Landeros con el gigante de la comunicación mexicana, Televisa, y con su actual presidente del Consejo de Administración, Emilio Azcárraga Jean, ha generado la posibilidad de rehabilitar a 640,000 niños de escasos recursos en el país.
Copiando el modelo de Chile, pero mejorándolo año con año, Landeros ha querido construir un Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT) en cada uno de los 32 estados de los que se compone el país, meta que aún no se cumple.
Para 2023, según una reciente entrevista concedida por Landeros al Grupo Milenio, Landeros plantea tener suficientes recursos de la sociedad civil como para poder construir otros Centros de Rehabilitación: uno o dos centros Mazatlán (Sinaloa) y otro en la montaña de Guerrero.
Por la cantidad lograda en su edición número 25, celebrada en las instalaciones de Televisa en Ciudad de México y concluida en el estadio de béisbol Alfredo Harp, poco más de 410 millones de pesos, podrían construirse los dos de Mazatlán y el de Guerrero.
Los números hablan de una empresa mayúscula
En los Centros Teletón se han atendido a más 680,000 personas en 22 Centros de Rehabilitación e Inclusión Infantil (CRIT), un Centro Autismo Teletón (CAT) y un Hospital Infantil Teletón de Oncología (HITO), único en México. También se ha construido un CRIT en Texas (Estados Unidos).
Cabe mencionar que Teletón de México cuenta con el sistema privado de rehabilitación infantil más grande y mejor calificado del mundo e incluso ha montado una Universidad Teletón que, a la fecha, cuenta con mil especialistas en temas de rehabilitación integral infantil.
Otro aspecto importante ha sido la movilización de voluntarios para la recolección de recursos, la organización de los festivales Teletón y la ayuda a los niños con alguna discapacidad. Según sus registros, son poco más de 100,000 los voluntarios que se han sumado a esta actividad solidaria.
Por lo demás los centros Teletón han brindado 32.6 millones de servicios. Durante la pandemia, se reconvirtieron diez Centros Teletón para brindar apoyo durante la emergencia sanitaria. Los centros reconvertidos brindaron 324,500 servicios y se ha brindado rehabilitación post COVID-19 a 4,270 personas, lo cual demuestra la versatilidad de los Centros y su deseo de solidaridad con México.
El caso del HITO
El Hospital Infantil Teletón de Oncología (HITO) es un centro de salud integral especializado en oncología infantil ubicado en la ciudad de Querétaro. Fue inaugurado el 21 de noviembre de 2013 y brinda atención integral a la población pediátrica que padece cáncer.
En estos nueve años el HITO ha atendido a 9,330 personas, tiene una tasa de sobrevida de niños con cáncer cercana 81.9%, una de las más altas a nivel mundial. Ha sido estimado como el mejor hospital para niños con cáncer de América Latina.
Es uno de los pocos hospitales en el mundo que ofrece atención especializada y exclusiva para niños y niñas con cáncer y cuenta con un modelo médico integral que cubre las necesidades de diagnóstico y tratamiento para cualquier tipo de cáncer en la infancia y adolescencia, dando al paciente las mejores expectativas de supervivencia y calidad de vida.
Cuenta con tecnología de punta y con un equipo humano altamente especializado para reducir la tasa de mortalidad en los pacientes, haciendo del eslogan “El amor y la ciencia, al servicio de la vida”, una realidad.
También es una realidad el Centro de Autismo Teletón (CAT) que funciona debido al aumento de la incidencia en el autismo a nivel mundial y gracias a la generosidad de la sociedad mexicana, en 2012 se construyó en Ecatepec de Morelos, Estado de México.
El Observador/Redacción (Nota publicada en Aleteia)
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 1 de enero de 2023 No. 1434