En el vuelo de regreso de Sudán del Sur, el Papa, el Arzobispo de Canterbury y el Moderador de la Iglesia de Escocia hablan con los periodistas. Francisco habló de Benedicto XVI: «Su muerte fue instrumentalizada por la gente de partido y no por la Iglesia, él no estaba amargado por lo que yo hice». Y sobre los homosexuales: «Criminalizarlos es una injusticia».
Por Vatican News
«El mundo entero está en guerra, en autodestrucción, ¡paremos a tiempo!». El Papa Francisco, junto al Arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el Moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Ian Greenshields, habla con los periodistas en el vuelo de regreso de Sudán del Sur. Los tres, en muchos casos, responden conjuntamente a las preguntas.
Es una oportunidad para Francisco no sólo de reiterar la «injusticia» de la criminalización de los homosexuales, sino también de hablar de la muerte del Papa emérito Benedicto XVI, cuyo fallecimiento el 31 de diciembre estuvo acompañado de reconstrucciones polémicas que lo enfrentaban a su sucesor: «Su muerte fue instrumentalizada» por personas «del partido y no de la Iglesia». El Papa también explicó que su predecesor, al que consultó varias veces a lo largo de los años, «no estaba amargado por lo que hice».
Al inicio, Francisco reiteró que «éste era un viaje ecuménico» y por eso «quise que los dos estuvieran presentes en la rueda de prensa». Especialmente el Arzobispo de Canterbury, que tiene un historial de años en este «camino hacia la reconciliación» en Sudán del Sur.
Jean-Baptiste Malenge (RTCE-Radio Catolique Elikya ASBL)
Santo Padre, hace tiempo que deseaba visitar la RDC… ha visto la alegría… qué importancia tuvo el acuerdo firmado en 2016 entre la Santa Sede y la RDC sobre educación y sanidad….
PAPA
No conozco ese acuerdo, está el Secretario de Estado que puede dar una opinión. Sé que en los últimos tiempos había un acuerdo en camino. No puedo responder a eso. Tampoco se la diferencia del nuevo que está en camino, estas cosas las hace la Secretaría de Estado, o Gallagher y son buenos pactando por el bien de todos. Vi allí, en el Congo, tantas ganas de avanzar, tanta cultura. Antes de llegar aquí, hace unos meses, tuve una reunión vía zoom con universitarios africanos muy inteligentes, tienen gente de inteligencia superior, es una de vuestras riquezas, jóvenes inteligentes y tienen que hacerles sitio, no les cierren las puertas. Tienen tantas riquezas naturales que atraen a la gente a venir a explotar el Congo, perdón por la palabra. Existe esta idea. África debe ser explotada. Alguien dice, no sé si es verdad, que los países que tenían colonias dieron la independencia desde el suelo hasta arriba, no por abajo, vienen a por minerales. Pero la idea de que África hay que explotarla hay que quitarla. Y hablando de explotación me llama la atención. Da dolor el problema del Oriente. Tuve un encuentro con víctimas de esa guerra, heridos, amputados, tanto dolor, todo para llevarse las riquezas, no está bien, no está bien. El Congo tiene tantas posibilidades.
WELBY
No conozco bien Oriente, mi mujer trabajaba con mujeres en conflicto, pero en 2018 he viajado mucho, justo antes de covid, y concuerdo de corazón con lo que dijo Su Santidad: Hay que ser claros, el Congo no es el patio de recreo de las grandes potencias, todo por las ganancias de las pequeñas empresas mineras, que actúan de forma irresponsable con la minería artesanal, el uso de niños soldados, los secuestros, las violaciones a gran escala, y simplemente están expoliando el país, que debería ser uno de los más ricos sobre la faz de la tierra, capaz de ayudar al resto de África. El país ha sido torturado, se le ha dado independencia política técnicamente, pero no independencia económica. Durante el ébola, formamos a pastores para hacer frente al ébola, la Iglesia hace un trabajo extraordinario, la Iglesia Católica hace un trabajo extraordinario, el proyecto de los Grandes Lagos es maravilloso, pero las grandes potencias tienen que decir: África y en particular el Congo tienen tantos de esos recursos que el resto del mundo necesita si el resto del mundo quiere hacer una transición ecológica, y salvar al planeta del cambio climático, que la única manera de hacerlo es no cubrirnos las manos de sangre, buscar la paz del Congo y no su prosperidad.
GREENSHIELDS
Mi experiencia en los países en desarrollo es que, para promover el desarrollo, hay que reconocer los derechos de las mujeres y, en particular, de las jóvenes.
Jean-Luc Mootosamy (CAPAV)
Hemos visto cómo la violencia no cesa a pesar de décadas de presencia de misiones de la ONU. ¿Cómo pueden ustedes, juntos, ayudar a promover un nuevo modelo de intervención, dada la creciente tentación de muchas naciones africanas de elegir a otros socios para garantizar su seguridad, socios que pueden no respetar las leyes internacionales, como algunas empresas privadas rusas u otras organizaciones, en la región del Sahel, por ejemplo?
PAPA
La violencia es un tema cotidiano. Acabamos de verlo en Sudán del Sur. Es doloroso ver cómo se provoca la violencia. Uno de los problemas es la venta de armas. El arzobispo Welby también dijo algo al respecto. La venta de armas: creo que es la mayor plaga del mundo. El negocio… la venta de armas. Alguien que entiende esto me dijo que sin vender armas durante un año se acabaría el hambre en el mundo. No sé si eso es cierto. Pero lo que más importa hoy es la venta de armas. Y no sólo entre las grandes potencias. Incluso a estos pobres… les siembran la guerra. Es cruel. Les dicen: «¡A la guerra!» y les dan armas. Porque detrás hay intereses económicos para explotar la tierra, los minerales, la riqueza. Es cierto que el tribalismo en África no ayuda. Ahora no sé realmente cómo es en Sudán del Sur. Creo que también está ahí. Pero tiene que haber diálogo entre las distintas tribus. Recuerdo cuando estuve en Kenia en el estadio lleno de personas. Todo el mundo se levantó y dijo no al tribalismo, no al tribalismo. Cada uno tiene su propia historia, hay viejas enemistades, culturas diferentes.
Pero también es cierto que se provoca la lucha entre tribus vendiendo armas y luego se explota la guerra de ambas tribus. Esto es diabólico. No se me ocurre otra palabra. Esto es destruir: destruir la creación, destruir a la persona, destruir la sociedad. No sé si también ocurre en Sudán del Sur, pero sí en algunos países: se recluta a chicos jóvenes para que formen parte de la milicia y luchen con otros chicos jóvenes.
En resumen, creo que el mayor problema es el afán por apoderarse de las riquezas de ese país -coltán, litio… esas cosas- y, a través de la guerra, para la que venden armas, también explotan a los niños.
GREENSHIELDS
Uno de los problemas que están surgiendo es el alto nivel de analfabetismo: la gente no tiene una idea clara de quiénes son, dónde están, ni toman decisiones con conocimiento de causa. Definitivamente tenemos que desafiar eso, superar la división con el diálogo. Quiero contarles una pequeña historia sobre Escocia: mi país estaba religiosa y profundamente dividido, se produjeron terribles actos de violencia, terribles divisiones, entonces se inició un proceso de diálogo entre nosotros -Iglesia de Escocia y católicos- que el año pasado desembocó en la firma de una declaración de amistad, con la que queremos caminar juntos en nuestras diferencias, pero también poniéndonos de acuerdo en lo que estamos de acuerdo, y sólo así se pueden derribar los muros. La educación desde este punto de vista ayuda.
WELBY
Usted ha dicho las Naciones Unidas u otro, pero no es «o», es «y»: lo que aporta la Iglesia no es sólo proporcionar redes que no sean corruptas, para que la ayuda llegue a los países, y ayuda a cruzar las líneas que dividen a dos partes enfrentadas. El sábado, el Arzobispo dio funerales a 20 personas, y eso marcó una gran diferencia. Es el cambio de corazón, y ése era el objetivo de esta visita. Hace 100 años los Nuer y los Dinka siempre estaban en guerra, era una cultura de venganza, los Nuer en particular siempre estaban entre ellos en conflicto. La diferencia no la marcó el gobierno, sino las Iglesias que influyeron en el cambio de corazón cuando la gente recibió la fe en Cristo y se dio cuenta de que hay otra forma de vivir. Después de esta visita no sólo hay mucho activismo, sino que el Espíritu de Dios trae un nuevo espíritu de reconciliación y sanación al pueblo de Sudán del Sur.