Las autoridades de Nicaragua deportaron 222 personas que estaban detenidas por razones políticas, entre ellos algunos sacerdotes y seminaristas acusados de ‘conspiración’. El Obispo Álvarez fue encarcelado en La Modelo de Tipitapa.

Por Vatican News

Desde Managua hasta Washington fueron deportados por la justicia de Nicaragua 222 presos por razones políticas, entre ellos cinco sacerdotes, un diácono y dos seminaristas que recibieron acusaciones de “conspiración”.

El Tribunal de Apelaciones de Managua confirmó la deportación, divulgando un comunicado en el que sentenciaba la “deportación inmediata y ya efectiva de 222 personas sentenciadas por cometer actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación del pueblo, por incitar a la violencia, al terrorismo y a la desestabilización económica”.

Según la lista divulgada por las autoridades, entre los deportados se encuentran los presbíteros Óscar Benavides, Ramiro Tijerino, Sadiel Eugarrios, José Díaz y Benito Martínez; también el diácono Raúl Vega; los seminaristas Melkin Centeno, Darvin Leyva. Y dos servidores de los medios de comunicación de la Diócesis de Matagalpa: Manuel Obando y Wilberto Astola.

Los deportados fueron declarados “traidores de la patria” y les “suspendieron sus derechos ciudadanos de manera perpetua”, perdiendo de esta manera su nacionalidad nicaragüense.

Fuentes locales aseguran que el obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando José Álvarez, continúa en Nicaragua y podría ser condenado el próximo 15 de febrero. De igual manera continúan detenidos dos sacerdotes: Manuel García y José Urbina del clero de la Diócesis de Granada.

Posteriormente, las autoridades de esta nación confirmaron que monseñor Álvarez se negó a formar parte del grupo de personas desterradas, por lo cual fue recluido en la cárcel La Modelo de Tipitapa.

Por favor, síguenos y comparte: