Por P. Justo López Melús

ALIVIO DE CAMINANTES

Un joven agrónomo argentino llegó a las tierras que había heredado de sus padres, con su título y sus técnicas modernas. Acudió a un propietario vecino, hombre de consejo, y le preguntó si daría algodón su campo.

–Patroncito –le dijo el vecino—nunca vi algodón en su campo, no creo que dé algodón, más un poco de hierba, algo de fruta, leña…

–¿Y soya, daría mi campo?

–No creo, nunca vi soya en él.

–¿Y maíz?

–Nunca vi maíz por ahí, no creo que le dé maíz.

–Gracias por el consejo, patrón –le dijo el joven–. Pero mire usted, voy a probar a ver qué pasa, voy a sembrar.

–Bueno, si usted siembra… Si usted siembra es otra cosa…

Señor, que no recemos menos, pero que sembremos más.

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 19 de febrero de 2023 No. 1441

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