LOS SALMOS, ALMA DE MI ORACIÓN
Por P. Prisciliano Hernández Chávez, CORC.
Parece que se da el ateísmo práctico: no existe Dios, ni su providencia, según aparece en el comportamiento de los malos. Dios pedirá cuentas ante la maldad. Se ha de evitar el mal y obrar el bien, según el orante. Devoran a los pobres y a los humildes; son necios los que niegan a Dios y a su intervención oportuna, Dios pondrá de manifiesto su actuación. Los malvados temblarán, porque Dios sale en defensa de los pobres y oprimidos. Ser sensato es buscar a Dios y refugiarse en él.
Hay un grupo de quienes están del lado de Dios, los anawim, los pobres de Yahvéh. Dios estará con los justos de cualquier pueblo.
El orante no solo ora por la salvación de Israel, sino también por nuestra perspectiva del Nuevo Testamento, hemos de orar por la salvación de la humanidad, por la Iglesia, el Pueblo de Dios.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 9 de abril de 2023 No. 1448