Francisco Serrano, o Paco como lo conocen sus amigos, tiene 30 años y lleva 11 misionando en distintos puntos del Estado de Querétaro, (México), durante la Semana Santa. Además, en el 2020 abrió su cuenta de TikTok en defensa de la Iglesia, la familia y la vida. Y aunque su conversión no ha sido fácil, trabaja día a día para ser un verdadero cristiano. En entrevista nos comparte su recorrido.

Por Rubicela Muñiz

-Paco, cuéntanos cómo es que llegas a ser parte de las misiones.

A los 14 años me detectaron epilepsia. Entre los 14 y los 17 años me daban dos o tres ataques por mes y tenía mucho rencor hacía Dios. Yo nunca había hecho nada malo y mi vida, mis sueños deportivos y los sueños que tenía como joven se tuvieron que pausar porque no podía hacer ejercicio o cosas que pudieran afectar mi salud.

Tuve un rencor hacia Dios y dejé de ir a la iglesia. Aunque también me dejé alejar un poco por mis amigos.

A los 19 años entro a la universidad y el primero que me invita a unas misiones es mi hermano mayor. La primera vez que fui de misiones no sabía mucho de teología ni de nada.

Mi primer encontronazo con Dios fue al ver a esta gente que, cuando le dices que Dios los ama, sonríen y les cambia la cara. Después, ese mismo año, me invitan a un campamento que se llama Kairós, y ahí es mi entrega hacia Dios porque en ese campamento recuerdo que era el tema del Señorío, de la entrega de nuestra vida a Dios, y expusieron al santísimo y empecé a llorar. Me acerqué a él y le prometí que mi vida iba a ser entregada completa.

He tenido caminos difíciles, pero desde hace 10 años le entregué mi vida a Dios y desde ese entonces estoy en la Iglesia como misionero y también como apologista en las redes sociales.

-¿Cuál ha sido a lo largo de este tiempo tu principal enseñanza?

Mi primera enseñanza, la más grande, es la misionera. Es que nosotros terminados siendo misionados por el amor que hay en los pueblos por Dios. Hay gente que me ha escrito en las redes sociales y que me dice que nos escucha a nosotros para que no los engañen en el Evangelio.

Primero estuve unos dos o tres años siendo misionero en los grupos de misión en la universidad y poco a poco me empezaron a dar cargos importantes como la catequesis de niños y jóvenes, y poco a poco fui encargándome de más cosas. Creo que desde hace siete años empecé a ser parte de la coordinación de misiones.

-¿Cómo ha cambiado tu vida ser misionero?

Ha sido difícil llevar la palabra de Dios y ser un verdadero cristiano. La intención de servir a Dios en todo momento puede ser a veces difícil, pero es muy gratificante cuando a través de mis videos de apologética me han llegado muchos agradecimientos.

Mi vida también ha cambiado para bien, pues he encontrado amigos que en realidad valen la pena, no los amigos que solo son para fiesta, sino amigos que cuando en realidad estás en problemas, si no tienen como ayudarte, hacen lo que me mejor se puede hacer: orar por ti.

-¿Cuál ha sido el costo de seguir a Cristo?

Perder amigos, perder proyectos. Yo además de dedicarme a esto también soy escritor, soy poeta y también me dedico a hacer canciones. Entonces, perdí algunos trabajos. He perdido amigos solo porque soy católico.

A veces el costo se siente mucho, pero la carga en la espalda va disminuyendo porque la gente que no vale la pena, se va yendo.

¿Tu ingreso a las redes sociales ha valido la pena?

Esta idea de hacer videos entró por la pandemia, ya no teníamos mucha actividad, pero yo sentía que tenía que hacer algo más. Entonces, un día mi hermano menor me sugirió que hiciera TikTok y lo hice para ver qué sucedía.

Mis primeros videos eran de catequesis y poco a poco me empezaron a llegar ataques. A la gente no le gustaba aprender lo que la Iglesia enseña, a los protestantes en sí. Entonces vi videos en donde atacaban directamente a la Virgen María y yo sentía que era pecado de omisión no corregir. Entonces empecé a hacer videos corrigiendo y explicando, sobre todo lo que tenemos como Iglesia.

Después empezaron a llegar pastores, protestantes que me empezaron a invitar a debates. Sí es muy difícil encontrarse con las personas que te atacan porque, aunque uno no quiera hacer personal ese mensaje, a veces es imposible no sentirse mal.

No solamente defiendo a la Iglesia como institución, sino las verdades que la Iglesia enseña; defiendo la familia, la vida. Y esto me ha abierto las puertas para poder dar conferencias de manera presencial.

-¿Cuáles son los frutos?

El primer fruto es mi conversión, porque no soy el mismo que era antes. Sigo siendo un pecador como todos, pero ya no soy el mismo que estaba alejado de Dios, que se sentía triste. Otro fruto serían las amistades y la gente de los pueblos. Y el último, que no es menos importante, es el camino que me ha llevado a defender la Iglesia, a dar conferencias y a enseñar a la gente a defender su fe.

Conócelos

-Francisco Serrano forma parte de los Guerreros de Cristo, un grupo de jóvenes que se organiza cada año para ir de misiones durante la Semana Santa.

-Este 2023 van a la parroquia Escanela en el municipio de Pinal de Amoles (Querétaro)

-Facebook: Guerreros de Cristo

Síguelo

En su cuenta de TikTok lo siguen 18 mil personas.

Búscalo como Paco Serrano o Paco Serrano Apologeta

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 2 de abril de 2023 No. 1447

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