Por P. Prisciliano Hernández Chávez, CORC.

Hacia el Novenario de Años / 3

Al inicio del Nican Mopohua, escrito por don Antonio Valeriano, se dice:

NICAN MOPOHUA, MO-TECPANA IN QUENIN YANCUICAN HUEYTLA- MAHUIZOLTICA MON- EXITI IN CENQUIZCA ICHPOCHTLI SANCTA MARIA DIOS INANTZIN TOCIHUA- PILLATOCATZIN, IN ONCAN TEPEY- ACAC, MOTENEHUA GUADALUPE.

La traducción del padre Mario Rojas es la siguiente:

Aquí se cuenta, se ordena, cómo hace poco, milagrosamente, se apareció la perfecta Virgen Santa María, Madre de Dios, Nuestra Reina, allá en el Tepeyac, de renombre Guadalupe.

Este relato fue escrito en náhuatl clásico: elegante, precioso y profundo. Está escrito en lenguaje simbólico; más allá de la palabra, tiene un sentido más hondo, según la categoría del símbolo. Por eso es necesario adentrarse en el mundo simbólico de la cultura náhuatl para desentrañar su nivel de comunicación y contemplar el mensaje en todo el relato.

Nican Mopohua, no es propiamente el título del relato de las apariciones de la Virgen Santa María de Guadalupe, son las primeras palabras con las que se inician muchos relatos pero con el uso se han consagrado ya para referirse a las apariciones del Tepeyac. En esta ocasión, vamos a referirnos al significado de Guadalupe.

Guadalupe, este nombre se quiso dar la Santísima Virgen María; nombre amado por muchos españoles, cuyo santuario en Extremadura era atendido por los frailes jerónimos y hoy en día por los franciscanos.

En su etimología árabe, según Gutierre Tibón en su Diccionario Etimológico Comparado de Nombres Propios de Persona, Guadalupe deriva de Uad al hub, “Río de Amor”.

El Padre Mario Rojas nos da una propuesta: Tle-tl, “Fuego”, donde Dios vive y actúa; Cuautrh-tli, “Águila”, símbolo del sol con su connotación divina. Tlacup-a, “del Oriente”, región de la luz, de la música de la vida, de la danza de la verdad, de la alegría, Euh forma de pretérito del verbo Ehua, que haría que Guadalupe significara: “La que procede de la región de la luz como Águila de Fuego».

En suma, Guadalupe escrito en castellano, con su etimología árabe, pronunciado y contemplado desde la cultura mexica, es la imagen traducida en palabra, como la imagen es la traducción del acontecimiento o su instantánea, como “Nuestro Amanecer, Hogar de Nuestra Verdad y Hoguera de Nuestro Amor”.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 18 de junio de 2023 No. 1458

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