Por: Mary Velázquez Dorantes

Nos convertimos en padres y no tenemos manual de emergencias, tampoco una guía que nos apoye en todo el devenir de compromisos y responsabilidad que ello significa. Cuando le preguntan al promedio de padres en el mundo cómo es que quieren ser recordados por sus hijos el 52% afirma como padres ejemplares, y el 37% como padres que acompañaron sus hijos en la llamada aventura de la vida. La mayoría de los padres de familia se esfuerza porque sus hijos sean felices, no sufran y aprendan a defenderse en la vida. Un 44% de madres de familia afirma que el hogar funciona cuando los hijos están al centro de la familia, mientras que en 15% de padres sostiene que la dinámica de una casa es ver crecer a los hijos con bien. Pero, ¿cuáles serán las mejores estrategias para que nuestros hijos vean a sus padres como seres que les dan amor y los motivan?, ¿cómo es que desde el núcleo familiar y la vida cotidiana podemos convertirnos en una brújula para que los hijos sean felices? Aquí exploramos algunas técnicas que  te puede ayudar.

LAS REGLAS SON IMPORTANTES

Las dinámicas familiares, pero también las dinámicas sociales requieren de reglas, normas y límites. La mejor forma para evitar el conflicto familiar es que tanto mamá como papá sean claros, coherentes y asertivos al momento de dictar las reglas, dado que finalmente se trata de un acuerdo con todos los miembros de la familia. Desde la psicología emocional se sabe que ante un imprevisto o una situación no esperada las reglas ayudan a reaccionar de una forma organizada y estable. Los padres son los primeros pilares para que la crianza sea pro activa. Otro de los factores que aportan los límites son los valores que refuerzan la autoestima de los hijos, en un escenario difícil el 23% de los hijos que no fueron criados bajo límites éstos presentaron complicaciones para aceptarse en su vida adulta y reconocerse como seres valiosos.

COMPARTE EXPERIENCIAS

El diálogo y la conversación entre padres e hijos es la mejor forma para compartir tiempo. Narrar historias y experiencias vividas aporta grandes cambios en el desarrollo emocional, la capacidad para tomar decisiones, evitar situaciones de frustración y manejo de expectativas. Además ayuda a transmitir y reconocer la personalidad de cada hijo. Contarle cómo es que se conocieran sus padres, cuáles han sido los retos que han enfrentado y cómo es que viven su día a día proporcionar a crear lazos y hábitos familiares que se traducen en hijos optimistas, capaces de superar las pérdidas y prevenir cualquier situación amenazante.

SOSTENERLOS EMOCIONALMENTE Y CORREGIRLOS

La vida es un ensayo – error constantemente, aprender a aceptar los errores es el primer paso para corregir los fallos. El apoyo emocional también involucra que los hijos aprendan con conciencia crítica, reflexionen ante emociones como la ira, la agresividad, el enfado y la desesperación. Una tarea para los padres es darles la herramienta de la enmienda, sin palabras que causen dolor pero sí que desarrollen la capacidad de cuestionamiento, sin acciones que creen vacíos emocionales, pero sí con aquellas que les enseñen la responsabilidad social.

Debemos preparar a los hijos para enfrentar las adversidades, recibir la motivación para enfrentar la vida, afrontar los fracasos y sostenerlos en los conflictos. Los buenos consejos, el compañerismo entre padres, pasar tiempo de calidad, crear soluciones creativas y tener inventiva como familia puede ayudar a motivar e inspirar a los hijos hasta que éstos se conviertan en adultos felices.

 

 

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