Por: Mary Velázquez Dorantes
Uno de los principios más necesarios de los medios de comunicación, -incluyendo el cine- es la formación de conciencia humana, sin embargo, en tiempos de materialismo desmedido y de cosificación no solo de los objetos sino de las personas, es muy difícil encontrar contenidos que despierten la conciencia, la sensibilidad pero sobre todo los principios humanos. «Sonido de Libertad», la película más recientemente producida por Eduardo Verástegui, es un claro ejemplo de lo que se puede hacer en los medios de comunicación. Aún cuando hemos escuchado fuertes campañas para otras películas, y quizás hemos acudido a la sala de cine a verlas, hoy más que nunca debemos sentarnos nuevamente en la butaca y convertirnos en testigos de un fenómeno que pasa desapercibido por mucho: la trata de menos de edad, la pornografía infantil y la pedofilia. En este texto te daré algunas razones por la que todos deberíamos ver esta película, ¡corre cinta!
1.- Cuidar a nuestros niños
La cinta brinda un mensaje claro, prudente y oportuno. Toda la sociedad debemos cuidar a los niños y niñas de este planeta. Allá afuera existen miles de depredadores que cosifican la inocencia y pureza de la infancia, el gran lema de la cinta es “Los niños de Dios no están a la venta”. Tengamos o no hijos la cinta nos enseña a estar alertas para cuidar de ellos.
2.- Es una historia sin morbo
Cuando en los contenidos audiovisuales escuchamos hablar de sexualidad, pornografía, pedofilia quizás algunos espectadores reaccionen con morbo, en esta ocasión nos enfrentamos a una narrativa audiovisual perfectamente cuidada, pensada en la dignidad humana, y en un mensaje centrado en una problemática compleja pero muy lejos de que podemos tener al alcance de un click ordinario. El morbo sexual no se presenta porque vemos sensibilidad, vemos argumentos cinematográficos de calidad, plasmados en un guión acertado y unas actuaciones prudentes.
3.- Simplicidad en la gran complejidad del conflicto
En esta propuesta cinematográfica hay mucha ayuda para el espectador de cine, el problema a tratar es un asunto social complejo, pero esta narrada de forma sencilla, no por ello aburrida, sino que nos lleva de la mano para entender la miseria de los agresores, y comprender la cruda realidad de las víctimas, que no son únicamente los niños, sino toda la sociedad en su conjunto. El guión nos ayuda a comprender el triste rostro de muchos niños y niñas que son utilizados como mercancía a manos de otros.
4.- Poco recurso económico, gran resultado
Nuestro cerebro cuando se sienta frente a una pantalla de cine está acostumbrado a una gran cantidad de efectos especiales, a un sonido envolvente para tenernos atrapados a la historia. En este caso hablamos de una cinta producida con aproximadamente cinco millones de dólares, muy alejada de grandes producciones que se estrenaron al mismo tiempo que Sonido de Libertad, la gran diferencia se encuentra en el resultado: el espectador no se puede levantar de la butaca luego de entender la historia, nos quedamos pasmados ante la ternura de los protagonistas, buscamos un aliento para movernos, pero en esta ocasión el principio y el final de la historia nos tienen pasmados, resultados que no suceden ante otros productos cinematográficos.
Si estás pensando en comprar un boleto de cine para divertirte esta película no es una elección, pero si estás buscando encontrarte con una historia nada comercial, que mueve corazones, que te mantiene al hilo, no dudes ver Sonido de Libertad.