Stephen K. Ray es un popular evangelizador de Michigan (Estados Unidos) que participa con frecuencia en programas de radio y televisión en la cadena Fox o en el programa The Journey Home del canal de la Madre Ángélica, EWTN. También ha cosechado numerosos éxitos editoriales y en proyectos propios: es autor de algunos de los libros más vendidos de la editorial Ignatius Press como Cruzando el Tíber o Sobre esta Roca y ha dirigido una relevante serie sobre Tierra Santa, Las Huellas de Dios.

Estas son sus “seis reglas” para tratar con familiares, amigos y conocidos no católicos y que miren la fe con otros ojos. O que, al menos, no se alejen más de ella:

1º DEBATE SOLO EN EL MOMENTO OPORTUNO Y CON LAS FORMAS APROPIADAS 

En primer lugar, Ray advierte de que al tener en frente a un amigo o familiar alejado de la fe o incluso contrario a ella, lo último que se debe hacer es discutir acaloradamente o responder a la provocación.

Esto, dice, “es lo que no queremos cuando tratamos con seres queridos”, ya que en estas conversaciones las emociones pueden jugar malas pasadas y llegar a decir cosas que se acaban lamentando.

“Tenemos que recordar que podemos ganar un debate pero perder un alma, ganar una batalla y perder la guerra”.

Por eso, hay ocasiones en las que es mejor “morderse el labio”.

2º EL AMOR ES EL MEJOR ARGUMENTO

Lo es en momentos de tensión, incluso con desconocidos, pero “es el único argumento que nadie puede resistir”. Y lo es especialmente entre matrimonios que no comparten la fe. “Es difícil amar a la persona y no estar de acuerdo con sus ideas, especialmente si es muy directo o firme al respecto. Por eso, hay que tomar la iniciativa y demostrar el amor de Dios cuando el otro sea hostil a la fe: ama, ama y ama, y demuéstralo cada día”, menciona.

3º NO PIENSES EN LO QUE RESPONDERÍAS: REZA Y MORTIFÍCATE

Aunque es algo que parece “de sentido común”, Ray es consciente de que con frecuencia la parte católica se dedica a idear nuevos argumentos para responder a su interlocutor mientras olvida de dedicar todo el tiempo posible a la oración por la conversión del que tiene delante.

Y pone un ejemplo: Un conocido mío había dejado la Iglesia. Un familiar se propuso rezar diariamente y hacer un sacrificio semanal por el regreso de esta persona a la fe. Después de un año, el apóstata volvió a la Iglesia y con una sonrisa de complicidad le dijo a su familiar: “¡Sé lo que hiciste! Rezaste e hiciste sacrificios por mí. Sabía que Dios no me dejaría solo”.

4º DEBES TENER RESPUESTAS… E INTENTAR JUGAR EN SU TERRENO

Ray afirma que los católicos lo son, en última instancia, porque la fe es la Verdad. Y si lo es, es necesario saber por qué es verdad y ser capaces de argumentarlo y explicárselo a los demás.

Por ello, alienta a estar preparados para responder a las preguntas que surjan cuando sea necesario: “Lo peor que puede pasarnos es que el alejado de la fe regrese, pregunte por qué los católicos creemos lo que creemos y hacemos lo que hacemos ¡y no tener respuesta!”.

5º MUESTRA LA ALEGRÍA DE LA FE

Por experiencia, el escritor sabe que la alegría y la felicidad atraen a la gente, pero la frustración, la crítica y la amargura les aleja. Por eso, sugiere que se intente contagiar la alegría de la fe y lograr que nuestros conocidos se pregunten por qué estamos tan felices y qué tenemos los católicos que no tienen ellos.

6º Y LO MÁS IMPORTANTE: PÍDELE A DIOS QUE MUEVA SUS PIEZAS

Por último, expone la que quizá es la “regla” más importante de las seis. “Cuando se trata de familiares o amigos, creemos que es nuestro deber recuperarlos y convertirlos. Pero en última instancia, no es nuestro trabajo, sino del Espíritu Santo. Y es probable que quiera usar a alguien que no seamos nosotros. Usará tus oraciones y puede que la influencia de alguien cercano a esa persona”, menciona.

Se trata de una regla de humildad. “Debemos estar dispuestos a dar un paso atrás, limitándonos a rezar para que Dios mueva las piezas de su tablero de ajedrez”.

RELIGIÓN EN LIBERTAD

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 3 de septiembre de 2023 No. 1469

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