Por Mary Velázquez Dorantes
¿Cuál es el sentido del martirio? ¿Qué significa en el siglo XXI ser mártir?, ¿Todos podemos convertirnos en mártires de fe?
Un cristiano sabe dar la vida por sus amigos, tal y como lo hizo Jesús. La mayoría de los mártires se han convertido en ello porque dieron su vida para mantenerse fieles al mensaje de Jesús y se han vuelto verdaderos testigos de la fe en Cristo. Mártir es una palabra griega que tiene por significado testigo, y el hecho de serlo es porque se vive persecución, abandono, pero al mismo tiempo son promotores y transmisores del Evangelio.
Ser mártir significa estar acompañado de un testimonio de vida, no sólo de palabras sino de obras. El martirio es una vida abrazada a la Cruz, pero con una decisión libre y llena de amor. Se han llamado mártires a personas que han recorrido un sendero complejo, valiente y amoroso por el mensaje del evangelio, también han sido personas que han dado una respuesta clara y coherente, han desarrollado su vida en torno a las virtudes y se han mantenido fieles en la fe. Incluso, el Papa Benedicto XVI mencionó que el martirio es una vocación y es el resultado del esfuerzo humano por el llamado de Dios, al mismo tiempo que es una gracia.
Algunos mártires han pasado por la tortura física, moral y espiritual, sin embargo han sido firmes en sus convicciones, no se muestran dispuestos a claudicar y siempre guiados por los principios del Evangelio. Muchos han puesto su vida a disposición de Dios, al servicio de la Iglesia, sabiendo que la recompensa viene con vida eterna. Es por ello que son un ejemplo a seguir. El Catecismo de la Iglesia Católica define al martirio como el supremo testimonio de la verdad de la fe. El mártir da testimonio de Cristo.
MÁRTIR: FIEL EN EL AMOR Y LA FE
Actualmente, nosotros debemos aprender a imitar a los mártires renunciando a nuestras carencias espirituales, como el egoísmo, la pereza, la envidia, el odio y, a partir de ello, comprender que la vida que sigue a Jesús es una vida plena, acompañada de obras y acciones de amor por el hermano. Un mártir permanece fiel en el amor y la fe. Su solidaridad es un principio de acción constante, saben tomar una causa, defenderla y ser moralmente coherentes con ella. El Papa Francisco señala que todos aquellos que sufren persecución por ser cristianos están frente a la realidad del martirio. Los mártires del pasado y los actuales tienen el mismo fin: son perseguidos y condenados por que llevan consigo el signo de la Cruz.
A lo largo de la historia los mártires cristianos han preferido la muerte y el sufrimiento en lugar de renunciar a su fe. Profesan los valores de la esperanza y la caridad, además de ser fieles testigos de la verdad de Cristo. Difícilmente para ellos, las creencias en ideas falsas resultarían importantes, puesto que tienen la certeza que la verdad es Cristo. Para ellos soportar la muerte es un acto de fortaleza que se traduce en una virtud que perfecciona.
LOS MÁRTIRES DE NUESTRO TIEMPO
En el siglo XXI uno de cada seis países sufre persecución religiosa, muchos han sido asesinados por su fe y, a lo largo del tiempo, siguen enfrentado una terrible, e incluso, sangrienta persecución por ser cristianos: ellos son los nuevos mártires de nuestro tiempo. Cada cristiano asesinado en el mundo por su fe se vuelve un mártir, puesto que existen lugares y zonas geográficas que los hacen pasar por grandes dificultades: cientos de iglesias son atacadas en el mundo y los cristianos que perdieron la vida en ellas vivieron el martirio. El secuestro a los fieles, el crimen a los sacerdotes, los atentados a las parroquias y templos, los ataques perpetuados en iglesias, la persecución a religiosas, los atentados en celebraciones específicas como Pascua, son actos que hacen mártires a todos aquellos que los han vivido. Para el Papa Francisco el martirio es un misterio, y este tiempo tiene muchos mártires, donde serlo significa ser un peregrino.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 4 de febrero de 2024 No. 1491