Puertas abiertas”, la organización que lleva seis décadas apoyando a la Iglesia perseguida, muestra un registro preciso de causas y efectos que arrojan distintos países del mundo con respecto a la persecución religiosa. Han identificado un total de 9 motores que motivan la persecución de los cristianos.

OPRESIÓN ISLÁMICA

Persecución en la que países, comunidades y hogares se ven sometidos al control islámico. Esto se puede hacer gradualmente mediante un proceso de islamización sistemática (aumento de la presión) o de repente mediante el uso de la fuerza militante (violencia) o ambos a la vez.

NACIONALISMO RELIGIOSO

Persecución en la que países, comunidades u hogares se ven obligados a estar bajo el control de una religión en particular (que no sea el islam). Esta religión puede ser el hinduismo, el budismo, el judaísmo o alguna otra. El proceso puede ser gradual y sistemático (mediante el aumento de la presión) o abrupto (mediante la violencia).

OPRESIÓN TRIBAL

Persecución en la que un clan o una familia ampliada refuerza la influencia continua de normas y valores ancestrales o sistemas de creencias tradicionales (no se refiere a un conflicto interétnico).

HOSTILIDAD ETNO-RELIGIOSA

Persecución en la que un grupo étnico somete a otro grupo étnico a hostilidades porque ese grupo tiene una religión diferente (no se refiere a la opresión causada por la conversión dentro del clan.) Este motor suele expresarse con dureza, y no exclusivamente a través de una multitud de enfrentamientos violentos.

PROTECCIONISMO DENOMINACIONAL

Situación en la que compañeros cristianos están siendo perseguidos por una denominación de la iglesia para asegurarse de que siga siendo la única expresión legítima o dominante del cristianismo en el país. Este motor es comparable a los otros motores relacionados con las expresiones religiosas; se caracteriza por una combinación de presión sutil y violencia descarada, aunque en la práctica el equilibrio es más a menudo hacia la no violencia.

OPRESIÓN COMUNISTA Y POST-COMUNISTA

Situación en la que los cristianos son perseguidos y las iglesias controladas por un sistema estatal que se deriva de los valores comunistas. La clave para controlar las iglesias es un sistema rígido de registro y monitoreo estatal.

INTOLERANCIA SECULAR

Situación en la que la fe cristiana está siendo expulsada del dominio público, si es posible incluso del corazón de las personas. Sus impulsores buscan transformar las sociedades en el molde de una nueva ética radicalmente secularista. Esta nueva ética está (en parte) relacionada con una agenda sexual radicalmente nueva, con normas y valores sobre la sexualidad, el matrimonio y temas relacionados que son ajenos y resistidos por la cosmovisión cristiana.

PARANOIA DICTATORIAL

Situación de persecución donde un gobierno autoritario en diferentes niveles de la sociedad, asistido por grupos de actores sociales, hace todo lo posible para mantener el poder. No hay un enfoque especial en la realización de una visión ideológica; parece que la lujuria por el poder y los beneficios que trae consigo son decisivos. La dinámica de este motor es comparable a la opresión comunista y poscomunista: aunque el motor se basa en una combinación de presión y violencia, a menudo la amenaza de violencia es suficiente para forzar a la Iglesia no controlada por el estado a la clandestinidad.

CORRUPCIÓN Y CRIMEN ORGANIZADO

Situación de persecución donde grupos o individuos están creando un clima de impunidad, anarquía y corrupción como medio de autoenriquecimiento. Tiene dos ramas principales: (I) la corrupción dentro de las estructuras estatales y (II) la corrupción de la sociedad por parte del crimen organizado. Este motor se expresa a través de una combinación de presión sistemática provocada por el temor a posibles repercusiones violentas en caso de incumplimiento, y por la realización de dicha violencia.

Con información de puertasabiertas.org

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 17 de marzo de 2024 No. 1497

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