Por Julieta Appendini Morán

En este mes de junio, en el que celebramos el Día del Padre y además conmemoramos al Sagrado Corazón de Jesús, ofrece una Misa en honor a aquellos hombres que han dejado una huella imborrable en tu vida.

Ofrecer una Misa no es sólo un acto simbólico, es una poderosa expresión de amor, gratitud y solidaridad; es un tributo que trasciende lo material y alcanza lo más profundo del alma. Cada Misa que ofreces es un rayo de esperanza para aquellos sacerdotes que, en medio de la adversidad, llevan consuelo y fe a los más desfavorecidos.

Tu generosidad no solo honra a tu padre, abuelo y a los hombres que han dejado huella en tu vida, sino que también sostiene la labor misionera de los sacerdotes que trabajan en la Iglesia necesitada y perseguida.

Este Día del Padre, da un paso más allá de los regalos convencionales y regala el mayor tesoro: una oración especial en forma de Misa. Haz una donación y ofrece una Misa en nombre de tu padre, abuelo, esposo o amigo, y observa cómo tu gesto transforma vidas y lleva luz a rincones oscuros.

Ofrece una Misa aquí

ACN envía una especial felicitación y nuestro más sincero reconocimiento y gratitud a todos los papás de México y el mundo, que este Día del Padre esté impregnado de amor, gratitud y la bendición divina.

 


 

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