Por Martha Morales
En España, la política italiana Giorgia Meloni, dio un discurso en el que dice que, el verdadero objetivo de la ideología de género, no es la lucha contra la discriminación, ni la superación de las diferencias entre hombres y mujeres. El verdadero objetivo, no declarado, pero trágicamente evidente, es la desaparición de la mujer, y, sobre todo, el fin de la maternidad. El individuo indiferenciado al que se tiende con las teorías de género, no es tan indiferenciado, es masculino. El hombre hoy puede ser padre y madre, en un amplio rango que va de lo femenino hasta lo masculino. Las palabras más censuradas son mujer y madre. ¿Por qué? porque la maternidad tiene una fuerza simbólica extraordinaria.
En la perspectiva de género cualquier actividad sexual resulta justificable y, a través de la educación, pretenden enseñar a los niños todas las técnicas posibles que den placer sexual.
Esta ideología es un instrumento del poder mundial. Las consecuencias son: disolución de la persona, de la familia y de la nación. Es quizá la ideología más radical de la historia. Porque destruye al ser humano en su núcleo más íntimo. Es la más sutil porque usa una propaganda para cambiar las mentes y los corazones de los hombres sin aparente derramamiento de sangre. No busca la verdad.
Su estrategia está en que usan un nuevo lenguaje cuya función es asegurar la confusión. Se cree que el mundo necesita: menos personas y más placer sexual; la eliminación de las diferencias entre hombres y mujeres, el intercambio de roles, etc.
La receta para la salvación del mundo, según ellos, es:
- Anticonceptivos gratuita y aborto legal.
- La promoción de la homosexualidad y de derechos nuevos que no existen.
- Cursos de educación sexual para promover la experimentación sexual entre niños, desde el Kinder. Quieren la sexualización temprana y prematura para quebrantar voluntades.
- Eliminación de los derechos de los padres de modo que éstos no puedan impedirles tener sexo; educación sexual “comprehensiva o amplia”, anticonceptivos y abortos. Quieren a todas las mujeres en la fuerza laboral y desacreditar todas las religiones que se opongan a esta agenda.
Cicerón decía: “Para distinguir la ley buena de la mala no tenemos más que la naturaleza”. Se nos quieren imponer una dictadura a través de la legislación, aprueban unas leyes arbitrarias –sobre discriminación, educación sexual, mala interpretación del uso de la libertad, etc.-, para luego perseguirnos porque no las cumplimos. Y luego vendría la dictadura del movimiento gay
CONCLUSIONES: Ni la mujer ni el varón pueden ir en contra de su propia naturaleza sin hacerse desgraciados. La ruptura con la biología no libera a la mujer, ni al varón; es más bien un camino que conduce a lo patológico. Es un hecho biológico que solo la mujer puede ser madre, y sólo el varón puede ser padre. La procreación se encuentra ennoblecida en ellos por el amor en que se desarrolla. Hay que saber que el factor común de las desviaciones sexuales y de la adicción a la droga es la pornografía.
Los derechos humanos de las personas con atracción al mismo sexo son indiscutibles, imprescriptibles, irrenunciables, universales, como todo derecho humano, por el simple hecho de que los homosexuales son personas. No somos homofóbicos. Los homosexuales tienen todo el derecho de ser respetados como seres humanos, pero saben muy bien que son incapaces de aportar nuevas vidas a la sociedad.
El llamado “matrimonio” entre personas del mismo sexo no es de interés público. No aporta nada a la sociedad. Es un privilegio, es decir, una ley privada que no es aplicable a todos, según la Teoría del Derecho. Este proyecto representa, en el fondo, un conjunto de intereses políticos y económicos muy poderosos. Su argumentación es de una pobreza que da pena. Y hay que ver las cifras multimillonarias que reciben los colectivos LGTTG de organismos de la ONU, del Banco Mundial y de empresas multinacionales. Además, la perspectiva de género ha provocado modificaciones legales que hieren gravemente la dignidad del matrimonio, el respeto al derecho a la vida y la identidad personal y de la familia.