Con profundo dolor y consternación, la Academia de Líderes Católicos condena enérgicamente el cobarde asesinato de nuestro querido exalumno, el Padre Marcelo Pérez de la diócesis de San Cristóbal de las Casas. Este acto atroz no solo ha arrebatado la vida de un hombre dedicado a la fe y al servicio de su comunidad, sino que también ha herido profundamente el corazón de todos los que creemos en la dignidad humana y en la paz.

Pedimos a las autoridades competentes hagan una investigación exhaustiva y transparente, que conduzca a una justicia pronta y expedita. Es preciso identificar no sólo a los autores materiales sino a los autores intelectuales y al móvil de este crimen. No debemos permitir que esta acción quede impune. La memoria del Padre Marcelo Pérez, su legado de amor y servicio, merecen justicia. Por ello, solicitamos formalmente que el asesinato por su naturaleza y armas usadas, sea atraído por la Fiscalía General de la República para su investigación. 

En este momento de dolor, hacemos un llamado urgente a la paz y a la reconciliación humana. En un mundo donde la violencia parece prevalecer, debemos reafirmar nuestro compromiso con los valores cristianos del amor, la comprensión y el perdón. Como nos recuerda el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti: “El amor nos hace tender hacia la comunión universal. Nadie madura ni alcanza su plenitud aislándose” (FT, 95). Este mensaje nos invita a buscar la unidad y a trabajar juntos por un mundo más justo y fraterno.

Recordemos también las palabras de nuestro Señor Jesucristo: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5:9). El Padre Marcelo Pérez fue un verdadero pacificador, un hombre que dedicó su vida a la promoción de la paz y la justicia. Honremos su memoria trabajando incansablemente por estos mismos ideales.

Oramos por el descanso eterno del Padre Marcelo Pérez, por la fortaleza y consuelo que requieren su familia, y por la conversión de aquellos que perpetran actos de violencia. Que la luz de Cristo, vencedor del pecado y la muerte, brille en medio de esta oscuridad y nos guíe hacia un futuro de paz y reconciliación.

Hacemos un llamado a todos los miembros de nuestra comunidad y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad para que se unan a nosotros en oración y acción. Que cada uno de nosotros sea un instrumento de paz, llevando el mensaje de amor y esperanza del Evangelio a todos los rincones del mundo. No habrá paz, sin justicia. 

Que la Virgen Santa María de Guadalupe, “Madre del verdadero Dios por Quien se vive”, nos regale las gracias que necesitamos para colaborar a la reconstrucción de los corazones y del tejido social desgarrado de nuestras comunidades. Que Ella, desde el Tepeyac, nos sostenga y nos permita dejar a las nuevas generaciones un mundo más fraterno, más reconciliado y en paz.

En fe y esperanza,
Academia de Líderes Católicos

Academia de Líderes Católicos – México.
 Mons. Jorge Cuapio Bautista Obispo de Iztapalapa
Presidente de la Academia de Líderes Católicos – México

Consejo Nacional
Academia de Líderes Católicos – México.
Bernardo Bátiz Vásquez – Consejero de la Judicatura Federal.
Salvador Beltrán del Río M. – Vicerrector Universidad Panamericana.
P. Martín Martínez Quiroga – Rector Universidad de la Arquidiócesis de Monterrey.
P. Valenti Salmerón Flores – Rector Universidad Lumen Gentium.
Julieta Lujambio Fuentes – Activista por los derechos de las madres solas.

Consejo Directivo
Academia Internacional de Líderes Católicos
Rocco Buttiglione – Italia.
Paola Binetti – Italia.
Alejandra Segura – Argentina.
Mario J. Paredes – EEUU.
Cristián Nazer Astorga – Chile.

Hna. Liliana Franco Echeverri ODN – Colombia.
Luis Enrique García Rodríguez – Bolivia.
José Antonio Rosas Amor – México.
Miguel Ángel Rodríguez Echeverria – Costa Rica.

Responsable:
José Antonio Rosas Amor
Director General

Imagen de Arifur Rahman Tushar en Pixabay


 

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