Por Rebeca Reynaud
José Antonio Lozano Díez tiene experiencia en esta cuestión, y dice que, para alcanzar una vida lograda, hay ciertos aspectos que muchas personas no tienen donde aprender. Tenemos unos modelos educativos que provienen de la Ilustración, que te enseñan Matemáticas, Biología y otras asignaturas, pero hay otros temas que no son científicos y que afectan mucho al ser humano. Hay cuestiones que se aprendían en la casa, pero dejó de ser así porque la mujer tuvo que entrar al mundo laboral o porque le eran desconocidos. Hemos perdido mensajes de sabiduría que pasaban de padres a hijos, de hijos a nietos, y esto va implicando que muchas veces la gente joven carezca de las herramientas para enfrentar los verdaderos problemas de la vida.
¿Cómo saber qué carrera está de acuerdo con mis dotes naturales? Hay muchas alternativas y mucha desorientación vocacional. ¿Cómo saber escoger a la pareja adecuada? De eso depende lo que va a ser una vida equilibrada; implica un proyecto de vida. En principio se elige a una persona entre varias y esa pareja ha de ser para toda la vida, porque eso pide el amor, la exclusividad. Por eso hay que fijarse bien. Puedes cambiar de círculos sociales o de trabajo, pero la pareja entra dentro de lo más íntimo de tu familia. Si allí te equivocas, las consecuencias son monumentales.
La familia es el lugar en que te animan, te curan las heridas, eres aceptado como eres y, si no se tiene ese lugar, se complica la vida y la madurez humana. Cuando una persona tiene grandes éxitos en su trabajo, puede dejar esa familia de lado por falta de inteligencia emocional, en detrimento de sí mismo y de los seres más queridos. Hay que entender y asimilar el éxito en la vida, sin que ese éxito nos cambie la personalidad.
Hay cada vez más personas que viven solas en el mundo. Los hogares unipersonales van en aumento. Hay quienes creen que sin compromisos se es más pleno, y no es así en la práctica.
Se ha perdido mucho en la riqueza del lenguaje porque tenemos poco vocabulario, no sabemos expresar lo que nos pasa; no acabamos de valorar las cosas porque no sabemos describirlas. Nos manejamos con unas 500 palabras, cuando el lenguaje tiene más de 80 mil palabras. Hay una fuga cultural en los últimos cincuenta años. Y hoy la batalla es cultural. La decadencia puede definirse como el momento en que una sociedad avanzada tecnológicamente y con bienestar materia, pierde su propósito.
No se nos enseña a cultivar las amistades, a vivir la generosidad y el espíritu de servicio, que son siempre a favor de los demás. Tampoco se nos enseña cómo manejar los fracasos, como procesar las traiciones, cómo perdonar. Son esenciales para tener una vida de madurez. Son actitudes necesarias para tener una vida plena, aunque algunas veces, si la familia es numerosa, se aprende mucho en el trato con los hermanos porque se aprende del ejemplo, de las virtudes encarnadas en una persona.
La madurez es un tema muy profundo, es polifacético y es trascendente porque de ello depende tener una vida lograda. Implica aspectos de la inteligencia, de la voluntad, de la memoria. Muchas veces hay que purificar la memoria para estar en disposición de perdonar o de amar más. Hay que conocer cómo canalizamos nuestras emociones en las relaciones interpersonales y en la vida espiritual. Los que logran madurar son más capaces de encontrar sentido y propósito en la vida.
Ya no sabemos qué hacer con la tecnología y, a veces, no sabemos qué hacer con nuestra vida. Vienen problemas de depresión o de ansiedad. Se trata de sustituir lo que dejó de estar. Hay que saber cómo hablar con los hijos.
Hay que analizar: ¿cómo me relaciono con los demás? Hay gente que tiende a ser autoritaria, mandona o aprovechada, y lo que los demás esperan de uno es amabilidad, buenas maneras, delicadeza en el trato.
En el mundo actual los fracasos en el trabajo no son por falta de conocimiento, sino por falta de inteligencia emocional. ¿Qué tanto soy emocionalmente maduro? ¿Cómo controlo mis enojos e iras? O no las controlo.
Si bien es cierto que “el que busca, encuentra”, qué mejor que nos faciliten algunas ideas madre para un análisis personal y una convivencia más agradable.