Aunque las carencias del sistema educativo son bastantes, maestros y alumnos deben esforzarse, analizar y reflexionar para afrontar el futuro

Por Mónica Muñoz

Todos los días hay que esforzarse y hacer ciertos sacrificios para alcanzar lo que nos hemos propuesto, porque todo el que quiere progresar sabe que lo que desea no cae del cielo. Por eso es importante ser conscientes de que se requiere de disciplina y organización para lograr los objetivos propuestos en nuestra vida, lo que nos llevará a la meta más temprano que tarde.

Todo esto lo comento porque hace pocos días, el empresario Carlos Slim propuso eliminar la tesis como requisito para titulación de los estudiantes universitarios, comentando que en los Estados Unidos estudian una carrera y acaban. De acuerdo con el periódico Milenio, Slim agregó que, “desgraciadamente, la educación tiene orígenes muy antiguos” y que “tiene muchas deficiencias”.

Cifras alarmantes

Obviamente, a muchos les pareció un comentario sumamente acertado, debido al bajo índice de jóvenes titulados que tiene nuestro país, sin mencionar los que tienen acceso a una carrera universitaria; el mismo medio recoge que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), para 2019 al menos 2.9 millones de jóvenes habían concluido sus estudios de Educación Media Superior (EMS), y de ellos, solamente un millón cursaba el nivel superior.

Las cifras son alarmantes, sobre todo porque la mayor causa de deserción es la falta de recursos económicos. Sin embargo, las cifras para los estudiantes estadounidenses tampoco son alentadoras. De acuerdo con el sitio de Univisión Noticias, en el país vecino también se presenta un alto índice de abandono universitario, debido a tres factores: condiciones económicas, una preparación inadecuada y dificultades para navegar por la universidad.

Esto significa que los estudiantes tienen que hacer cursos de regularización para poder entrar a estudiar una carrera de dos años, lo que más o menos equivaldría a una carrera técnica, y después, aspirar a entrar a una universidad de cuatro años. La mayoría no lo logra por tener que cumplir compromisos con sus familias y porque el tiempo que invierten en dichos cursos no les es tomado en cuenta para acreditar la universidad. Señor Slim, creo que su punto de comparación no es adecuado, por ningún lado que se le mire.

Deficiencias en la educación

Así pues, viendo de este modo el panorama, entendemos que, ciertamente, el sistema educativo de nuestro país no es el mejor si nos enfocamos a la educación básica, media y media superior, y mucho menos lo es desde que los maestros ya no pueden reprobar a los niños que no han alcanzado la calificación necesaria para subir de curso. Y si a eso agregamos tantas preparatorias patito que surgieron en la primera década del siglo 21, en las que las materias que cursaban los jóvenes dejaban muchos huecos en su aprendizaje, el resultado obtenido es que, la mayoría de chicos que logran entrar a la universidad, llega con un bajísimo nivel educativo.

Por la misma razón, las universidades se enfocan en reforzar en sus estudiantes esas habilidades y conocimientos que les han faltado en los primeros años de escuela. Y lo digo porque tengo muchos años dando clases de nivel superior, en donde mis compañeros y yo hemos tenido casos en los que algunos estudiantes tenían problemas hasta para leer y escribir.

Entonces, antes de sugerir eliminar la tesis como forma de obtener un título, se debería revisar nuevamente los programas educativos, que, según creo, van de mal en peor, para asegurar que todos los estudiantes reciban educación de calidad, no solo en el papel, sino efectivamente, como se hacía hace muchos años, cuando los niños y jóvenes aprendían valores junto con las materias básicas y sus maestros eran autores de libros, dedicados en cuerpo y alma a la enseñanza de sus pupilos.

Y debo agregar que, un joven que hace una tesis se ve forzado a investigar y profundizar en temas relacionados con su campo de conocimiento, lo que le desarrollará un sentido crítico y analítico y le hará formarse una opinión propia, entonces pensará más y cuestionará cualquier asunto que considere de relevancia. Quién sabe, quizá por eso a algunos les conviene que los jóvenes no hagan esfuerzos mentales.

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 18 de septiembre de 2022 No. 1419

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