Redacción
Es innegable la necesidad de aprobación en las redes sociales y la adicción que niños, jóvenes y adultos han desarrollado. Pasan horas frente al móvil sin intención de perder detalle, al grado de que, no hace mucho, supimos del término Fear of Missing Out que se traduce al español como “miedo a perderse de algo” y que comenzó a ser conocido y usado como FOMO.
Pero ahora tenemos uno mejor y se trata de JOMO, Joy of Missing Out, que se traduce como “El placer de perderse de algo”. Se refiere a la satisfacción o alegría de no participar en eventos sociales o actividades de moda, y en cambio, disfrutar de la tranquilidad y actividades personales que resultan gratificantes.
Si el FOMO produce ansiedad o inquietud ante la idea de estarse perdiendo de participar en experiencias, eventos o actividades en los que otros están involucrados, el JOMO es un concepto que valora el bienestar personal por encima del deseo de estar siempre conectado o participar en cada acontecimiento social o tendencia.
Entre perder y aprovechar el tiempo
No somos exagerados cuando decimos que el celular es una adicción ya que, según las estadísticas, los mexicanos dedican en promedio 7 horas y 37 minutos al día a estar conectados a internet. En cuanto al uso de redes sociales, los mexicanos pasan en promedio 3 horas y 14 minutos al día.
Esto provoca que, de alguna manera, estén pendientes de lo que hacen los amigos y no tan amigos, familiares o sus influencers favoritos, cayendo en el scroll infinito con fotos y videos que no acaban nunca y que los envuelve en una absoluta pérdida de tiempo. Son más de tres horas valiosas que se pueden invertir en algo que provoque felicidad genuina, sin necesidad de mostrarla.
El concepto de JOMO, que también puede traducirse como el ‘goce de no participar’ invita a realizar actividades tan simples como disfrutar de una noche tranquila, comiendo pizza o conversar con amigos, en vez de acudir a eventos sociales.
A lo mejor eras un joven o adulto al que le gustaba asistir a un grupo de la iglesia por la tarde y lo has dejado de hacer por “falta de tiempo”. Pero la inversión de estas horas en las redes sociales puede medirse igual que el dinero, cuando decimos que ya no nos compraremos todos los días ese café de marca porque implica un gasto innecesario.
Lo mismo pasa con las redes al caer en el “arte de perder el tiempo”, cuando este se puede invertir en actividades productivas que beneficien el cuerpo y el alma.
La esencia del JOMO radica en sentirse bien al tomar decisiones que se alinean con tus verdaderos deseos, dejando atrás la necesidad de encajar en expectativas sociales, ya sean directas o mediadas por tecnología.
De acuerdo con especialistas en psicología el JOMO puede ayudar a proporcionar un alivio psicológico y funcionar como un desintoxicante emocional debido a que implica una introspección sobre nuestras verdaderas motivaciones y deseos, cuestionando la obligación de experimentar todo y si dichas experiencias realmente contribuyen a nuestra felicidad.
Cómo disminuir el uso de redes
- Limita el tiempo en redes sociales: Establece límites específicos para el uso de redes sociales cada día. Puedes utilizar aplicaciones que te ayuden a monitorear y limitar tu tiempo en líneas
- Establece horarios específicos: Designa horarios del día dedicados a revisar las redes sociales y evita su uso fuera de esos períodos, especialmente antes de dormir para no alterar tu descanso.
- Notificaciones: Desactiva las notificaciones de las aplicaciones de redes sociales para reducir la tentación de revisarlas constantemente.
- Contenido consciente: Sé selectivo con las cuentas que sigues y elige aquellas que te aporten valor, te hagan sentir bien contigo mismo y no alimenten la comparación ni la negatividad.
- Actividades fuera de línea: Dedica tiempo a hobbies e intereses fuera del ámbito digital. Leer, hacer ejercicio, pasar tiempo en la naturaleza y socializar cara a cara son actividades que pueden ayudarte a desconectar y reducir el estrés.
- Practica la oración: la oración tiene el poder de abrir un horizonte grande a la mente y de agrandar el corazón. Es un arte para practicar con insistencia.
- Fomenta las relaciones cara a cara: Prioriza las interacciones personales directas sobre las virtuales. Pasar tiempo con amigos y familiares en persona puede mejorar tu estado de ánimo y disminuir la sensación de aislamiento.
- Educación sobre redes sociales: Infórmate sobre cómo funcionan las redes sociales, el efecto de las comparaciones sociales y el concepto de “presentación selectiva”, para desarrollar una perspectiva más crítica y realista sobre lo que ves en línea.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 24 de noviembre de 2024 No. 1533