Por Sergio Ibarra

La iniciativa de contribuir con ideas que les ayuden a nuestras y nuestros lectores a incrementar sus niveles de seguridad, se fundamenta en que la comisión de un delito tiene tres elementos fundamentales: el delincuente, la víctima y las condiciones para cometer el delito. De lo que se trata es que incrementemos los niveles de prevención tanto de nuestras personas, como de nuestras pertenencias.

Continuamos en esta reflexión con el tema tratado en la anterior relativa a las condiciones que pueden hacer a nuestros hogares vulnerables para la comisión de un delito.

Una vez que hemos revisado el tema de las cerraduras, la siguiente parte tendría que ver con el tipo de puerta, rejas o bardas que tenemos en los accesos a nuestro hogar y las ventanas. La herrería con la que normalmente están hechas las ventanas también forma parte de lo que puede ser un elemento de vulnerabilidad por nivel de facilidad que tengan para abrirse o bien, el que existan accesos por donde el delincuente pudiera ingresar a nuestro hogar, como puede ser por la azotea, el patio o por el jardín.

Le sugiero que salga y que, desde afuera, revise cómo es que alguien pudiera meterse a su casa o edificio o en un fraccionamiento, que compruebe el nivel de vulnerabilidad para que alguien pueda ingresar.

De la misma forma habría que incorporar en esta reflexión, el tipo y material de la reja o de la barda, la altura de la reja y su forma, ya que de ello depende la facilidad para que alguien pueda ingresar a nuestro hogar, sea por la parte delantera o trasera. En Querétaro suele ocurrir que nuestras rejas o bardas son de baja altura.

Le sugiero tomar fotografías de los diferentes ángulos exteriores de su casa para que pueda ir señalando cuales serían los puntos que harían más vulnerable su hogar.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 8 de diciembre de 2024 No. 1535

 


 

Por favor, síguenos y comparte: