Ciudad de México, 19 de mayo de 2025

COMUNICADO ANTE LA MASACRE EN SAN BARTOLO DE BERRIOS, SAN FELIPE, GUANAJUATO

«Porque Cristo es nuestra paz» (Ef. 2,14)

Con profundo dolor y consternación, los Obispos de México alzamos la voz ante la tragedia ocurrida en la comunidad de San Bartolo de Berrios, municipio de San Felipe, Gto., donde siete jóvenes, entre ellos algunos menores de edad, fueron asesinados de manera violenta en la plaza principal del pueblo hoy en la madrugada.

Nos unimos al dolor de las familias que hoy lloran la pérdida de sus seres queridos y a la Arquidiócesis de León en cuyas tierras esta tragedia sucedió. A todos ustedes les expresarnos nuestra cercanía, oración y solidaridad. Que el Señor de la vida les conceda consuelo, esperanza y fortaleza en medio del sufrimiento.

Como pastores del Pueblo de Dios, no podemos permanecer indiferentes ante el espiral de violencia que lacera a tantas comunidades de nuestro país. Esta masacre, una más entre tantas que se repiten con dolorosa frecuencia, es un signo alarmante del debilitamiento del tejido social, la impunidad, y la ausencia de paz en vastas regiones de nuestra nación.

Hacemos un llamado urgente:

– A las autoridades de todos los niveles, para que asuman con responsabilidad y eficacia la tarea de garantizar la seguridad y la justicia. No podemos acostumbrarnos a convivir con la muerte violenta, ni permitir que la impunidad se convierta en norma.

– A la sociedad civil, para que no caigamos en la indiferencia ni en la desesperanza. Es tiempo de construir juntos la paz desde lo cotidiano, desde nuestras familias, comunidades y espacios de participación. La violencia no se erradica solo con el uso de la fuerza, sino con una profunda transformación cultural que recupere el valor sagrado de la vida humana. Denunciamos toda forma de violencia y reiteramos que el diálogo y la justicia son los únicos caminos para la construcción de una sociedad en paz.

– A las comunidades eclesiales, para que sean testigos de esperanza, promotoras de reconciliación, y artesanas de paz. Que nuestras parroquias y grupos sean lugares donde se anuncie con fuerza que «el mal no tiene la última palabra» (cf. Rm 12,21).

Como Iglesia, reiteramos nuestro compromiso de seguir acompañando a las víctimas, de denunciar el pecado estructural de la violencia, y de trabajar por una cultura de paz, inspirada en el Evangelio de Jesucristo, que «vino a traernos vida, vida en abundancia» (cf. Jn 10,10).

Invitamos a todos a unirnos en oración, para ser fortalecidos por Cristo, Rey de la Paz, y vencer juntos el miedo que se vive en tantas regiones de nuestro país. Que Santa María de Guadalupe, Madre de los mexicanos y Reina de la Paz, interceda por nosotros.

+ Ramón Castro Castro
Obispo de Cuernavaca
Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano

+ Héctor M. Pérez Villareal
Obispo Auxiliar de México
Secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano

 

Publicado en www.facebook.com/episcopadomexicano

 


 

Por favor, síguenos y comparte: