Por Rubicela Muñiz
Ana y Josué, una pareja peruana con 12 años de matrimonio y cuatro hijos, integran día a día las tareas cotidianas, la preparación profesional, física, escolar y, por supuesto, la espiritual para formar una familia unida a Cristo.
Su testimonio de fe se remonta al momento en que se conocieron en su parroquia, lugar donde también se casaron, impartieron catequesis y encabezaron el grupo de jóvenes, de parejas, de matrimonios y familias. Siempre buscan estar en constante formación de fe, pues comprenden que no se puede amar lo que no se conoce.
El surgimiento
Juntos tienen un proyecto que los desafía y los obliga a estar en constante preparación: Virtus Dei Fitness (Fuerza de Dios), un espacio en el que trabajan la salud física, pero también se motivan acorde a lo que el Señor les pide mediante la disciplina y ofrecimiento de aquello que les cuesta o es bueno para ellos, pero no les gusta realizar.
“Allá por el 2013, justo después de casarnos, el Señor puso en nuestra mente y nuestro corazón que nuestra profesión y pasión, que es todo lo relacionado a la actividad física y cuidado de la salud, debía ir de la mano con crecer en mente y espíritu. Fue entonces cuando comenzamos a buscar en internet si ya había algo así y encontramos un centro de entrenamiento en Estados Unidos en el cual entrenaban laicos, pero también amigos del dueño que eran sacerdotes y seminaristas. En las paredes del gimnasio se podían leer versículos bíblicos a forma de motivación para ofrecer el esfuerzo a Dios. Y aunque de forma limitada, mediante el correo, pudimos conversar con el dueño, lo cual nos impulsó aún más para dar forma a la idea. En ese año también encontramos en Estados Unidos a un sacerdote que entrenaba culturismo, y con sus recomendaciones fuimos terminando de darle forma a nuestro programa. Nos costó mucho poder difundirlo porque la mayoría de los sacerdotes y laicos no le daban la importancia al cuidado de la salud física, pues la priorizaban hasta que un médico, debido a una enfermedad, les indicaba que lo hicieran”, comparte Josué.
Pero Ana y Josué se caracterizan por ser perseverantes y, a la par de sus emprendimientos regulares en el mundo del fitness, no dejaron la idea de lado, esperando el momento para poderla poner en marcha. “Así llego el 2020 y toda la crisis sanitaria en todo el mundo y sus restricciones, es allí donde pudimos ver a muchos sacerdotes y hermanos en la fe que perdieron la vida por complicaciones en su salud debido al poco o nulo cuidado que le daban a la actividad física y nutrición principalmente. Esto nos hizo sentir que era el momento de hacer algo, y qué mejor mediante el proyecto que gracias al trabajo en conjunto con nuestros compadres tomó el nombre de Virtus Dei Fitness (Fuerza de Dios)”.
Un esfuerzo que cualquiera puede hacer
Su vida gira en torno a la fe y la actividad física, pero la nutrición y hábitos saludables no son la excepción. Además, al salir de casa, antes de comer, antes de un examen o durante los entrenamientos, hacen oración. Piden fortaleza y dan gracias a Dios por poder mover y cuidar su cuerpo, Templo del Espíritu Santo.
“Ofrecemos nuestro esfuerzo por diferentes causas y por supuesto que Dios lo recibe contento porque salimos de nosotros mismos, somos así menos egoístas y más desprendidos al esforzarnos en beneficio del prójimo (enfermos, pobres, niños por nacer, la paz, sacerdotes, etc.). Y así muchas otras estrategias que hemos integrado en nuestro medio de Apostolado”.
Virtus Dei Fitness es apto para toda edad y condición física, incluso para quienes disponen de poco tiempo por su ritmo de vida. Esto debido a que cuentan con clases para gestantes, post parto, salud femenina y de la tercera edad, niños, express (20 minutos) y general.
Además, el internet les permite romper fronteras, ya que quien toma el programa puede participar de las clases en vivo vía zoom en cualquier otro momento del día, puesto que quedan grabadas en la plataforma. Y lo que lo hace más sencillo, es que no son necesarios implementos deportivos sofisticados, para iniciar basta con una colchoneta o alfombra, unas pesas o botellas con agua y un espacio de 2×2 metros.
La familia
Su misión no se queda en enseñar a otros, sino que comienza desde la familia. Son parte del staff de una academia de entrenadores, dirigen la Comunidad de Homeschool católico Perú, educan a sus cuatro hijos y los llevan a sus entrenamientos.
“El Señor permite esto y nos da fuerza cuando las cosas no marchan bien, a veces en tiempos o economía. Siempre recordamos que somos administradores de los conocimientos, dones, talentos y medios que el Señor nos va regalando y que tendremos que dar cuenta de lo trabajado”.
Ana y Josué, preparadores físicos, coaches deportivos y especialistas en crossfit, constantemente aprenden y se actualizan en su área profesional para cumplir con la misión de tener en primera línea una Iglesia saludable y llegar a todos los hermanos en la fe. Ahora están por lanzar una campaña donde fundamentarán bíblicamente por qué es importante cuidar la salud física y será promovida en sus redes sociales.
Los objetivos
Virtus Dei Fitness promueve:
- Buenos hábitos
- Actividad física
- Ejercicio planificado
- Recreación
- Nutrición
- Oración
- Descanso, entre otros para cuidar la salud física.
Redes sociales
Facebook e Instagram
@VirtusDeiFitness
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 20 de abril de 2025 No. 1554