La situación de los niños y adolescentes centroamericanos detenidos en la frontera de los Estados Unidos con México, en Texas, continúa a presentarse como una situación de auténtica crisis humanitaria . El obispo de Brownsville, Monseñor Daniel Ernest Flores, ha visitado junto a un grupo de líderes religiosos de la Convención de Bautistas del Sur, las diversas estructuras que alojan a los chicos detenidos.
En la nota enviada a la Agencia Fides, el obispo Flores subraya que para abordar esta crisis humanitaria, es importante que los líderes religiosos vean de primera mano las instalaciones de alojamiento de los menores no acompañados y observen cómo el gobierno está tratando de acomodar a esta población vulnerable.
“Los responsables en el gobierno tienen que buscar cómo remediar la situación de los refugiados primero, ya que tenemos niños y mamás que están sufriendo mucho, y la respuesta de los gobiernos a nivel federal y estatal debe enfocarse en eso”, señaló el obispo católico de Brownsville.
El obispo ha reiterado además que la Iglesia apoya la ley actual, la cual proporciona asilo a estas personas y les permite presentar sus casos ante un juzgado. “La iglesia siempre va a buscar que los derechos humanos se respeten, especialmente cuando se trata de la tutela de las personas”. Subrayo, además, que “ante una crisis humanitaria debe darse una respuesta humanitaria”.
También sostiene Monseñor Flores que las agencias de inmigración del gobierno y las fuerzas del orden deben tratar a todos los refugiados que buscan asilo con dignidad, justicia, compasión, y en total acuerdo con sus derechos al debido proceso.
La nota termina informando de que el grupo de los religiosos que ha visitado las estructuras donde están los chicos detenidos, ha enviado una carta al Congreso expresando preocupación por la situación que viven los niños y la forma en que van a ser atendidos, solicitando que se proporcionen los recursos suficientes para que puedan superar la situación que viven en forma digna.