Por Fernando Pascual |
¿Tiene sentido estudiar ética? ¿Sirve para algo? Aristóteles responde: no sirve para nada si me quedo en la simple teoría. Sirve para lo más importante, que consiste en vivir bien, si encuentro buenas reflexiones y luego las llevo a la práctica.
En otras palabras, para Aristóteles resulta vano estudiar ética para conocer algo sin llegar luego a decisiones concretas, a una mejora en mis actos.
¿Por qué? Porque la ética, en su sentido más auténtico, no se limita a describir los tipos de comportamientos humanos, sino que ofrece indicaciones para luego llevar a cabo opciones prudentes, para realizar el bien del mejor modo posible.
Por lo mismo, el estudio de la ética, según Aristóteles, supone un propósito claro de vivir bien, de alcanzar la plena realización humana.
Aquí surgen numerosas preguntas: ¿existe un bien objetivo y válido para los seres humanos en cuanto seres humanos? ¿No será que cada uno escoge su propio estilo de vida según ideas subjetivas de bien?
Más en profundidad, ¿existe algo común a todos los hombres y mujeres del planeta que permita elaborar una ética universal?
Para una gran parte del pensamiento griego, para otras corrientes filosóficas y religiosas, y también para el cristianismo, sí existe un bien propio del hombre en cuanto hombre, y un camino para alcanzarlo.
Entre quienes aceptan lo anterior, surgen luego divisiones a la hora de indicar cuál sería tal bien humano. Para algunos, como Epicuro o Bentham, sería el placer. Para otros, como Platón o Aristóteles, la contemplación y una “vida completa”. Para el cristianismo, el amor a Dios y al prójimo en esta vida y en la vida eterna.
Más allá de las diferentes posturas, lo que resulta claro es que no podemos seguir en el camino de la vida sin haber respondido a dos preguntas fundamentales: ¿cuál es el bien propio del ser humano? ¿Cómo alcanzarlo?
Por eso la ética no puede quedarse en un estudio simplemente teórico, pues toca lo más íntimo de nuestros corazones y nos lanza a opciones concretas. Además, exige valorar en serio la propia vida y pensar muy bien antes de tomar decisiones de las que depende en gran medida nuestra plenitud.03
Estudiar ética, ¿sirve para algo? Sí, hasta el punto que la ética se convierte en el tema más radical y urgente que cualquier ser humano debe afrontar cuando se pregunta: ¿cuál es mi verdadero bien y cómo alcanzarlo?