Los territorios de las Diócesis de Colima y Autlán, en la Provincia Eclesiástica de Guadalajara, resultaron las más afectadas por el paso del huracán Patricia, el pasado 23 de octubre. Afortunadamente, como los medios de información han dado cuenta, no hay desgracias humanas que lamentar, sin embargo, hay comunidades apartadas y con mayor grado de vulnerabilidad que requieren de atención inmediata y apoyo para su rehabilitación y reconstrucción a más largo plazo, etapas que suelen quedar en el olvido y en las que muchas veces no llega la ayuda oficial.

Con el fin de no duplicar esfuerzos y hacer más efectiva cualquier tipo de ayuda, la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS), a través de personal de Cáritas Mexicana, en coordinación con la Pastoral Social-Cáritas de Autlán, y representantes de la Cáritas estadounidense Catholic Relief Services (CRS), World Vision y Médicos sin Frontera, realizan una evaluación de daños en las zonas afectadas, especialmente en aquellos lugares alejados donde es difícil hacer llegar la ayuda y que de faltar esta evaluación, puede comprometer por años la recuperación de la comunidad.

El levantamiento del diagnóstico tiene la finalidad de mitigar las necesidades surgidas en estos momentos, que para algunos son pérdidas de viviendas y para otros de los cultivos de donde surgen sus fuentes de trabajo, o ambos, pero también se está considerando un trabajo de fortalecimiento a las comunidades a través de la Pastoral Social-Cáritas Diocesana para incentivar un desarrollo a largo plazo como se ha hecho en otras ocasiones, recientemente en Tlapa, Guerrero, o Los Cabos, Baja California Sur, con siniestros similares.

Los especialistas de estas organizaciones han encontrado que en Barra de Navidad, Jaluco, La Manzanilla, Francisco Villa, San Patricio Melaque, Cihuatlán y José María Pino Suárez, en la Diócesis de Autlán, en Jalisco, hay un elevado porcentaje de viviendas con daños, en algunos lugares alcanza el 60%, y que se perdieron más de mil 500 hectáreas de cultivos de plátano, papaya y hortalizas. Hay aproximadamente 3 mil jornaleros afectados, tanto locales como migrantes, pues ya no tienen materia de trabajo y por consiguiente una fuente de ingreso.

En tanto, en Colima, las afectaciones más fuertes se registraron en los poblados de El Centinela, Emiliano Zapata, Ciénega, El Charco, Miramar, El Naranjo y La Central, cerca del puerto de Manzanillo; también en Terrero, municipio de Minatitlán, y en Zapotitlán de Vadillo, municipio de Comala. Hasta ahora se han identificado mil 600 familias vulnerables, pero en Colima aún falta que este equipo de trabajo obtenga información más precisa sobre la zona. En tanto, algunos párrocos han reportado a Cáritas de Colima el nombre de comunidades que requerirán apoyo de alimento, al menos durante un mes más, mientras se recuperan por la devastación de los campos de cultivo o daños a sus viviendas, estas son: Chancillar, Nuevo Terentis del Río, Tel Cruz, Rancho Blanco, La Parotilla, San Cristóbal, Carretera Zapotitlán, Rancho de la Cruz, Husishi, Guamuchilito, El Gigante, Potrero El Grande, Zacalmecax, Lomas de Murguia y Zapotitlán de Vadillo.

Cabe recordar que desde el primer momento en que se tuvo conocimiento de la presencia del fenómeno meteorológico Patricia, la CEPS, a través de Cáritas Mexicana, dio el aviso de alerta y de información a los responsables de la pastoral social y de las Cáritas diocesanas de las regiones en riesgo para prevenir a la población y preparar todo tipo de ayuda.

Por el momento, no se ha hecho un llamado general a todo el país para una colecta especial, aunque no por ello Diócesis hermanas, como Cáritas Guadalajara, Monterrey, Torreón, Arquidiócesis de México y la Provincia de Tlalnepantla, de quienes tenemos conocimiento, así como personas de buena voluntad, han dejado expresar su solidaridad con algunas donaciones. Tenemos una cuenta especial bancaria para quienes quieran brindar su apoyo con un recurso monetario, cuyo donativo es deducible de impuestos (cuenta: 0123456781, de BBVA Bancomer, a nombre de Cáritas Mexicana I. A. P., con CLABE: 012 180 00123456781 5).

Si bien, se están recibiendo los apoyos en especie, se recomienda la colaboración económica por medio de dicha cuenta para poder dar un mejor auxilio a las personas a través de un programa de acompañamiento a mediano plazo. Por el momento, y gracias a la solidaridad de CRS, se estarán disponiendo aproximadamente 500 monederos electrónicos para igual número de familias con el fin de que ellas mismas, de acuerdo con sus necesidades, adquieran los bienes que más falta les hagan. Este recurso les llegará en tres momentos y tiene el fin de auxiliarlos mientras se estabiliza su trabajo, su casa y la economía de la región. Agradecemos a quienes les sea posible ser solidarios a través de recursos económicos.

Información de Cáritas Mexicana

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