Por Gilberto Hernández García |

Del 4 al 8 de abril los obispos de México se han reunido en su CI Asamblea plenaria. En ella han celebrado elecciones para renovar o ratificar más de 60 servicios , entre ellos el Consejo de presidencia, el Consejo permanente y a los responsables de las distintas Dimensiones pastorales y comisiones.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) confirmó como su presidente al Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, y dejó como vicepresidente al obispo de Zamora, Monseñor Javier Navarro. Donde si hubo cambios fue en la Secretaría general: los obispos sustituyeron a Eugenio Lira Rugarcia, Obispo auxiliar de Puebla por Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey. El Consejo de presidencia se completa con Monseñores Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Acapulco,  Sigifredo Barceló Noriega, Arzobispo de San Luis Potosí, y Ramón Castro, obispo de Cuernavaca.

Asumir los retos que Francisco planteó

Los 116 obispos reunidos en Asamblea plenaria tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre la visita que el Papa Francisco realizó a nuestro país en febrero pasado, particularmente acerca de los mensajes que pronunció en las diferentes sedes de los encuentros.

«La visita del Papa es más que un recuerdo conmovedor y emotivo. Nos ha dado clara y fuerte esperanza para asumir la realidad compleja que estamos viviendo. Esto nos exige renovar nuestra fe, vivir una seria conversión personal y pastoral todos y en muchos aspectos», señaló Monseñor Rodrigo Aguilar, obispo de Tehuacán, Puebla.

El nuevo presidente de la Dimensión Vida, juventud, familia y laicos, en conversación con este medio, enfatizó que los pastores deben ser los primeros en «dar ejemplo de esta conversión y caminar por delante en un testimonio de verdad y caridad, de cercanía y solidaridad, de ternura y misericordia», tal como el Papa lo ha enseñado.

Pastores más que administradores

Por su parte, el Nuncio Apostólico en México, Monseñor Christophe Pierre, en el mensaje que dirigió a los obispos en la apertura de la Asamblea plenaria, en tono inusual, exhortó a los obispos a ser más creativos y audaces para dar una respuesta a los problemas  complejos que asolan el país. A la vez instó a que la CEM recobre su dinámica de servicio y dejar de ser solo una institución administrativa para que sea un organismo más pastoral.

El Nuncio insistió en que el Episcopado mexicano debe ser capaz de «tejer, unir, no de romper, de  tener una mirada atenta y cercana, no adormecida; una mirada de conjunto, de unidad y comunión». Dijo también que la CEM debe promover y articular esfuerzos más efectivos para una nueva evangelización, así como para enfrentar los retos de la inseguridad, la desigualdad, la crisis ambiental, la migración, los indígenas ignorados y el narcotráfico.

Obispos atentos a la realidad y propositivos

Si bien es cierto la CI Asamblea plenaria de la CEM ha estado marcada por el signo de la continuidad, se espera que la exhortación que el Papa hizo a los obispos cuando se reunió con ellos en la catedral de México, cale hondo a la hora de plasmar los programas pastorales del próximo trienio. Que vayan más allá de los discursos y buenas intenciones y sean capaces de articular esfuerzos e iniciativas que verdaderamente incidan en las realidades más acuciantes del país.

 

 

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