Por Carlos GARFIAS MERLOS; Arzobispo de Acapulco │

La pacificación de Acapulco es una tarea dura, pero no imposible. “La Paz es posible, tiene que ser posible”, es el anhelo de todos los seres humanos. Nuestro país, al igual que toda Latinoamérica busca crear líneas de construcción de paz donde todos nos sintamos involucrados y nadie está excluido en esta tarea tan difícil. Unir esfuerzos conlleva enlazar todas las acciones que se generan de manera que no se trabaje aisladamente, sino que todos en coordinación podamos aliarnos para seguir construyendo juntos la paz.

Como uno de estos esfuerzos, del 5 al 7 de Mayo se realizó en la Ciudad de Monterrey el Encuentro de diálogo CELAM-UNIAPAC, por parte del Consejo Episcopal Latinoamericano y la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresas Latinoamericanas, que busca crear un espacio de encuentro y de diálogo entre los Obispos y Empresarios, sobre aspectos de interés y responsabilidad mutua, inspirados por el Pensamiento Social Cristiano en miras al bien común.

Tuve oportunidad de asistir y participar en este encuentro en su XIII edición, el tema fue “La empresa constructora de paz”. Durante dos días y medio se escuchó y compartieron experiencias, reflexiones y propuestas de especialistas, líderes sociales y de empresas, igual que de algunos obispos, basados en el principio de gratuidad y la lógica del Don en el Cambio de Época, a través de la metodología del VER, JUZGAR Y ACTUAR.

Este tipo de encuentros tiene la finalidad de ofrecer experiencias y caminos para construir un mundo más humano, fraterno, justo y en paz. Por ello, las temáticas abordadas fueron: “la empresa: entidad social constructora de paz”, “violencia e inseguridad vs. Desarrollo humano en América Latina”, “la Paz, fruto del desarrollo humano integral sustentable” y “el papel de las empresas en la reconciliación social”.

Invito a todos los Empresarios de Guerrero y de Acapulco a que, juntos, busquemos hacer de las Empresas, verdaderos espacios y centros de Construcción de Paz, que ayuden a nuestra sociedad a tener mejores condiciones de vida, y mejores oportunidades para su desarrollo integral.

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