Felipe MONROY |

En noviembre del 2015, el papaFranciscorealizó una compleja visita a África. Además de visitar las históricas misiones católicas en Kenya y Uganda, donde el catolicismo ha edificado ya gran parte de la cultura regional, hizo una parada ciertamente riesgosa en Bangui, la capital de la castigada República Centroafricana. En medio de una guerra civil que ha cobrado cientos de vidas, el hombre que hizo posible esa visita pontificia fue Franco Coppola, el nuncio apostólico que este 9 de julio fue designado a asumir la representación diplomática en México

Coppola, de 59 años, ha representado a la Santa Sede en Burundi del 2009 al 2014  y, en los últimos dos años, realizaba su misión diplomática en República Centroafricana y Chad. En la primera nación africana logró un gran avance en el reconocimiento jurídico de la Iglesia local, en la República Centroafricana participó en la construcción de acuerdos de paz en 2015, y finalmente en Chad, se ha apersonado constantemente entre las comunidades cristianas –y musulmanas- que padecen la persecución y el terrorismo de grupos extremistas como Boko Haram. Su envío a México en este momento sorprende precisamente por los avances de paz logrados en Centroáfrica y la necesidad de la presencia del enviado del Papa en las naciones acosadas por radicalismos religiosos.

En el marco de la visita de Francisco a República Centroafricana, Franco Coppola explicaba a Timeque sus principales preocupaciones como diplomático en la región eran la proliferación de armas, la violencia, los refugiados, los menores víctimas de la guerra, la condición de vulnerabilidad de las mujeres y la educación. Temas que, sin duda, son comunes con la nación mexicana.

La razón por la que Coppola fue nuncio de Chad y de la República Centroafricana al mismo tiempo responde a una larga y difícil relación entre ambas naciones. Chad se encuentra al norte de la RCA, es un país musulmán, militar y económicamente más poderoso que constantemente invade territorial y culturalmente a la debilitada república sureña. Las misiones humanitarias en la República han denunciado constantemente la corrupción del poder político centroafricano, el nulo interés de los representantes políticos por desarrollar la nación y la actitud de entreguismo de los líderes políticos de los recursos, el rico subsuelo y la fuerza de trabajo a los vecinos del norte (aunque también a China y Sudáfrica).

En sus dos años de servicio en la región central africana, Coppola también ha estado muy cercano de las misiones hospitalarias y médicas de diversas congregaciones religiosas principalmente en la asistencia de millares de pacientes con VIH-Sida y en la reciente crisis del ébola.

Coppola llegará a asumir la representación diplomática en México, tomará la oficina que en abril pasado Christophe Pierre dejó al ser nombrado nuncio en los Estados Unidos. México es una sede diplomática importante para la Santa Sede: de sus 120 millones de habitantes, un 85% se declara católico, el país está organizado en 93 circunscripciones eclesiásticas y el colegio episcopal suma más de 130 obispos. El arzobispo italiano tendrá su primer encuentro con la plenaria episcopal hasta noviembre próximo (antes sostendrá encuentros con los consejos de Presidencia y Permanente de los obispos mexicanos) pero su arribo podrá ayudar a la mediación entre el episcopado mexicano y el gobierno federal en temas que han distanciado a ambos organismos después de la visita del papa Francisco en febrero pasado. Temas como la homologación del matrimonio civil para parejas no heterosexuales y la participación política de miembros religiosos en la construcción de justicia y paz en el país, garantizada por la búsqueda de una formal libertad religiosa, serán parte de los primeros asuntos en la agenda del Nuncio.

@monroyfelipe

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