El 17 de diciembre de 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas, declaró el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud. Sin embargo, a diferencia de otras conmemoraciones (Día Internacional de la Mujer, Día de la Tierra, etc.), se trata de una jornada casi desconocida y, por tanto, que no está funcionando adecuadamente para sensibilizar a la opinión pública respecto de la difícil realidad que afrontan los jóvenes tanto en sus propios países como a nivel internacional:

El desempleo juvenil es particularmente alto

Las empresas no quieren contratar a los jóvenes porque no tienen experiencia laboral.

Un tercio de los 1800 millones de jóvenes del mundo actualmente no trabaja, no estudia ni participa en ningún programa de formación.

De los mil millones de jóvenes que entrarán en el mercado laboral en la próxima década, se prevé que sólo 40% logrará encontrar un empleo disponible.

La economía mundial necesitará crear 600 millones de empleos en los próximos 10 años –cinco millones al mes– sólo para mantener el ritmo de las tasas estimadas de empleo juvenil.

La llegada de la inteligencia artificial y de las nuevas tecnologías, como la robótica y la automatización, aumentan los riesgos de no poder encontrar oportunidades de empleo.

Pocas esperanzasen la política

Sólo una minoría de jóvenes (16.7%) considera que tiene la posibilidad de influir en la vida pública de su país, ya que no encuentran espacios para hacerlo.

Esclavitud

Muchos jóvenes se ven forzados por la necesidad a aceptar un trabajo que no respeta su dignidad: prostitución, trata de personas, trabajo forzado y de esclavitud, narcotráfico, etc.

Un porcentaje altísimo de jóvenes experimenta hoy en todo el planeta otro tipo de esclavitud: el de las adicciones, pero no tanto a las drogas, al alcohol y al tabaco como a la tecnología.

Desilusión por la vida

Particularmente en países con un alto nivel de vida, se difunden cada vez más entre los jóvenes algunas formas de malestar psicológico, depresión, enfermedad mental y trastornos alimentarios vinculados a experiencias de profunda infelicidad o a la incapacidad de encontrar una ubicación dentro de la sociedad.

A nivel global, el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años de edad.

En el continente americano es la tercera causa de muerte en personas de 20 a 24 años de edad y la cuarta en los grupos de 10 a 19 años y de 25 a 44 años de edad.

(Fuentes: OIT, OMS e Instrumentum laboris para el sínodo 2018)

¿CUÁNDO SE ES JOVEN?

La definición ha sido más bien cambiante. Para la ONU, la población juvenil es aquella cuyas edades están comprendidas entre los 15 y los 29 años, pero otras veces la define en el rango de 15 a 24 años.

Otras organizaciones, subsidiarias de la ONU, han manejado otros criterios: para la OMS, por ejemplo, el término «joven» se aplica a quien esté en el rango de los 18 a los 27 años, mas al mismo tiempo se ha mostrado conforme a que se emplee como sinónimo de «adolescente» para quien esté entre los 10 y los 19 años de edad, y otras veces ha llamado a los que tienen de 18 a 32 años «jóvenes adultos».

El Documento Preparatorio para el sínodo de los jóvenes, a realizarse en octubre de 2018, se refiere con la palabra «jóvenes» a «las personas de edad comprendida aproximadamente entre 16 y 29 años, siendo conscientes de que también este elemento exige ser adaptado a las circunstancias locales. En cualquier caso, es bueno recordar que la juventud, más que identificar a una categoría de personas, es una fase de la vida que cada generación reinterpreta de un modo único e irrepetible».

TEMA DE LA SEMANA: LOS JÓVENES Y EL SÍNODO QUE VIENE

 

Publicado en la edición impresa de El Observador del 12 de agosto de 2018 No.1205

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