Por José Francisco González González, obispo de Campeche

La devoción a la Virgen María bajo la advocación de «Nuestra Señora de las Mercedes» celebra el octavo siglo. Todo tuvo su inicio en Barcelona,  donde Pedro Nolasco, respondiendo a las necesidades de la Iglesia e inspirado en la Virgen María, funda la Orden de la Virgen María de la Merced de la Redención de los Cautivos en el lejano año 1218 (10 de agosto). En la mencionada iniciativa tuvieron papel preponderante el Rey de Aragón (Jaime) y el obispo de la ciudad (Berenguer de Palou).

El Papa autentifica la fundación siete años después (1235). ¿Por qué de esta advocación? En aquella época, España estaba dominada por los musulmanes y los piratas sarracenos asediaban sus costas. Se llevaban cristianos cautivos al Norte de África. Los frailes fundados por Pedro Nolasco rescataron unos 300 mil cautivos. Unos 3 mil frailes murieron mártires en esta misión.

María es madre de los cautivos, a quienes protege como hermanos queridos de su Hijo. Para los que trabajan a favor de la libertad de otros, María es un signo cercano del amor redentor de Jesús.

Jesús sigue padeciendo en las nuevas esclavitudes: La trata de personas, la prostitución, la drogadicción, el alcoholismo, la pornografía, la violencia, la avaricia, el hedonismo, la tecnología, etc. Los devotos de la Virgen de las Mercedes prometen empeñarse en contrarrestar esas esclavitudes. Ese es el campo específico de la misión mercedaria, romper las cadenas esclavizantes.

Nombres con que se conoce

La imagen y advocación en cuestión ha recibido muchos nombres, algunos muy parecidos con pequeñas variantes. Mencionamos algunos: Madre de Cautivos,  Señora Redentora de Cautivos, María Madre de Dios de las Mercedes, Virgen Generala,  Virgen de la Misericordia, Virgen Guardiana y Mechita.

CHAMPOTÓN RESALTA AÑO JUBILAR

En nuestra Diócesis de Campeche existe una parroquia consagrada a la Virgen de las Mercedes. Es en la ciudad de Champotón donde se llevó a cabo un feroz encuentro entre los Mayas y los primeros exploradores de la Península Hispánica (a. 1517).

La Virgen de Champotón ha embellecido su figura con la devoción y aportación de los fieles. Esto ha detonado de manera fehaciente, con ocasión de los 800 Años de devoción a la advocación.  En los últimos años sus vestidos, resplandores y festejos denotan un gran aprecio a María.  Además, ya se ordenó el primer sacerdote originario de Champotón. Todos tenemos alguna necesidad de liberación; todos padecemos algún tipo de esclavitud. Ella es redentora de cautivos.

Cabe anotar que hace unos meses, la Virgen de la Merced visitó el CERESO  de San Francisco de Kobén. Allí, los reclusos que se hicieron presentes, se hincaron con fe, y solicitaron a la Madre por sus necesidades de liberación corporales y espirituales. Uno de los presos, de manera simbólica, le regaló a María unas «esposas» abiertas, como signo de la liberación operada por Jesús y por intercesión de la Virgen.

ESCUDO JUBILAR

Con motivo del VIII Centenario de la devoción se compuso un escudo jubilar. Aparece un número «8» abierto.  Al inicio aparece una llama de fuego de cuatro puntas, que se va transformando en una rama de árbol de olivo, con una hoja y un brote al final. Eso representa el inicio de la Orden Mercedaria, la vocación y carisma de san Pedro Nolasco. Él es un fuego que ha encendido otros fuegos, y es una familia que sigue creciendo.

Luego aparecen dos eslabones encadenados sin cerrar, forman los dos ceros del número 8-00. Significan las cadenas de la opresión que se rompen con la redención. La cruz se refiere la centralidad de Cristo, quien viene a dar vida en abundancia.

¡Nuestra Señora de la Merced, ruega por nosotros!

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