Por Mary Velázquez Dorantes
El nuevo mundo busca jóvenes innovadores, creativos, capaces de enfrentar los retos del nuevo siglo. Detrás de las esferas políticas y sociales existe un reto para la juventud mexicana: emprender. Los jóvenes emprendedores buscan ser diferentes, generar un impacto en la sociedad; pero, sobre todo, desean desarrollar proyectos que ayuden a México, a las familias, a la ecología, a las finanzas.
El 33% de los emprendedores mexicanos tiene entre 24 y 35 años. Su filosofía de vida está llena de dinamismo, pasión, desafíos no sólo para ellos mismos, sino para las comunidades donde habitan.
Buscan desarrollar sus potencialidades y capacidades. Algunos comienzan en los centros de estudio, otros buscan emprender desde sus escenarios de realidad. En el país, 3 de cada 10 emprendedores han colocado su negocio por necesidad económica, son arriesgados y se colocan retos a vencer. Para México la juventud que se vuelve emprendedora se convierte en el motor económico del país. Algunos de ellos han llegado a materializar sus ideas en proyectos que se incuban y se fortalecen.
Algunos expertos llaman a los emprendedores los creativos de los nuevos tiempos. El 54% de los emprendedores mexicanos son solteros y el 52% de sus negocios son operados desde casa.
SIN MIEDO AL FUTURO
América Latina se ha convertido en el ecosistema de los emprendedores, donde México, Guatemala, Ecuador, Brasil, Perú y Argentina son los países que más jóvenes innovadores generan. De acuerdo con El Observatorio Nacional del Emprendedor, crear empresas no es suficiente, sino que es necesario motivar a los jóvenes para que no desistan en sus negocios, evitar que tengan miedo del futuro y fortalecer los apoyos no sólo económicos que la juventud mexicana requiere.
Más del 50% de los jóvenes que emprenden tienen oportunidades en el lugar donde viven, mientras que 6 de cada 10 mujeres se vuelven emprendedoras frente a los varones. Estos jóvenes buscan un cambio cultural en el país, dado que las nuevas generaciones tienen cambios en los paradigmas de observar la vida en un futuro; buscan crear hábitos seguros y estables para quienes vienen desarrollándose en el camino.
Más del 90% de los emprendedores en el país utilizan sus ahorros para iniciar una idea que sobreviva y subsista en el entorno de México. Los emprendedores desean tener horarios flexibles, tener diferentes ocupaciones, ayudar a otras personas y disfrutar sus proyectos.
CREER EN LAS IDEAS
El principal desafío para quien busca emprender es creer que su idea es justo lo que necesita el país. Más del 50% de los jóvenes que emprenden van mucho más allá de la necesidad monetaria. Su principal compromiso es desarrollar una idea posible que no solo beneficie a uno solo, sino a la comunidad que les rodea; su lógica de acción es encontrar respuestas a problemas sociales, ambientales, políticos, estructurales, para tener un mejor sitio donde vivir.
Desean ser los mejores para crear generaciones mejores. El 43% considera que emprender es una oportunidad de mejora de vida, mientras que el 41% considera que el riesgo es necesario para sobrevivir en la idea.
La juventud explora sus habilidades intelectuales y cognitivas, así como habilidades de desempeño laboral. Las estadísticas no los intimidan, al contrario, buscan esforzarse por realizar con éxito la idea que emprenden; para ellos una buena actitud es lo que cuenta.
NO MORIR EN EL INTENTO
Aunque grandes emprendedores han logrado el éxito, lo cierto es que también existe una mirada diferente para los jóvenes. Ocho de cada 10 ideas emprendedoras fracasan en menos de dos años. No solo es enamorarse de las ideas, sino fijar objetivos alcanzables para no morir en el intento. El riesgo no significa exponer todo con lo que se cuenta; la mayoría de los emprendedores deben evaluar la idea a realizar, los costos y los períodos de éxito. Otros deben aprender de los fracasos para salvar las crisis y convertirlas en oportunidades.
La vida real es diferente a la vida imaginaria, por lo que se requiere establecer prioridades sin sensibilizarse con el rechazo o la negatividad. El nuevo emprendedor debe evaluar el tiempo invertido, el capital en riesgo, la idea del negocio, pero, sobre todo, realizar un plan. Si buscas emprender tienes que confiar con un gramo de realidad para evitar perder y sentir que las ideas no valen la pena.
Publicado en la edición impresa de El Observador del 6 de enero de 2019 No.1226