Por Luis Antonio Hernández*

El balance final de las primeras elecciones de la era López Obrador, arroja datos, mensajes y lecturas que merecen ser analizados detalladamente, al margen del impacto político y mediático que a simple vista pueden los resultados de la contienda para quienes definen la agenda pública.

Al inicio de las campañas electorales, los índices de popularidad y aceptación del desempeño del Presidente de la República, así como los resultados de la mayoría de las encuestas, anticipaban un contundente triunfo para Morena, así como un eventual retroceso en la agenda a favor de la vida y la familia en México.

Sin embargo, los resultados de los cómputos distritales en los seis estados donde hubo comicios, demuestran que a pesar de haber obtenido dos gubernaturas y un congreso local, el partido gobernante perdió en esta jornada aproximadamente el 65% de los votos que en esas mismas entidades obtuvo en 2018.

Tomando en cuenta la votación total de la elección del domingo 1 de junio, el PAN obtuvo la mayoría de los 4.357 millones de sufragios que se emitieron. Los candidatos panistas acumularon más de 1.380 millones de votos, comparado con los 1.190 millones que alcanzaron los abanderados de Morena.

El ejemplo que con mayor claridad refleja esta situación es Puebla, donde Acción Nacional, consiguió el mayor porcentaje de votos por partido político con 414,356 mil sufragios, lo que representa el 27.13% de la votación estatal, mientras que el representante de Morena, reunió 390,805 mil votos es decir el 25.59% de las preferencias, obteniendo el triunfo gracias al apoyo que sus aliados lograron captar en las urnas PT (163,104) y Partido Verde (128,396).

Estos números demuestran que el partido de Andrés Manuel López Obrador, perdió casi 500 mil votos en menos de un año, respecto a las elecciones de 2018, en las que la alianza encabezada por el mismo Miguel Barbosa, obtuvo cerca de 900 mil votos.

Asimismo, en Aguascalientes que ocupa el tercer lugar, dentro del ranking de los estados con mayor número de católicos en el país con 93.2%, y Tamaulipas, localidades que en 2018 fueron arrasadas por el tsunami guinda y su candidato presidencial, en esta ocasión Morena logro apenas alcanzar el 50% de la votación del PAN, ganando únicamente uno de once ayuntamientos en juego y un distrito electoral de veintidós que se disputaron, respectivamente, mientras que en Durango, el partido de la cuarta transformación, quedo en el tercer lugar de los comicios municipales.

Después de las elecciones del primer fin de semana de junio y tras obtener un el mayor porcentaje de votos por partido, retener la mayoría en un congreso local y obtener el mayor número de ayuntamientos en dos estados de la República, Acción Nacional, se convierte por su tradición, doctrina y valores, en una alternativa para construir un efectivo contrapeso al poder presidencial en México.

Ello dependerá de su capacidad y la voluntad de la propia sociedad civil, para articularse proactivamente en torno de un proyecto que incorpore los temas que hoy en día son importantes para un amplio segmento de la población, como: protección de la vida, fortalecimiento de la familia, libertad religiosa, bien común, seguridad y legalidad, entre otros.

*El autor es Director de Voto Católico

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