- La mística (del griego mystikos, que se puede definir como «relativo a los misterios») se refiere a la búsqueda de una experiencia personal, unitiva y amorosa con Dios.
- Dicha experiencia no parte del intelecto humano, pues Dios está más allá de todo lo que el hombre puede conocer y concebir, y és Él quien da la experiencia de encuentro personal.
- Pero lo que sí puede hacer cada persona es propiciarla dedicando tiempo, soledad, silencio, oración contemplativa, ayuno y mortificación. Para ayudar a esta experiencia unitiva el camino ordinario requiere:
1º Purgación de la memoria (para limpiarla de los apegos del cuerpo mediante la privación corporal y la oración).
2º Elevación del entendimiento hacia Dios (limpio el entendimiento de toda relación con las criaturas, se sabe sin necesidad de entender y se limita a la fe).
3º Purificación de la voluntad (vaciarse de la propia voluntad para entregarla a Dios).
- A quien procura la unión mística, Dios puede concedérsela en alguno de estos grados:
1º. Unión simple.- La voluntad queda cautivada por el contento que Dios le otorga, pero el alma no Lo ve todavía.
2º. Unión de arrobamiento.- Incluye el profundo sentimiento de la presencia divina directamente experimentada, sin distracción alguna (los sentidos corporales quedan como anulados).
- El más alto acto místico de unión con el Altísimo, conocido como éxtasis, no depende del individuo sino solamente de Dios.
- El éxtasis suele ir acompañado de otras experiencias sobrenaturales, como pueden ser bilocación, levitación, recibir alguno de los estigmas de la Pasión de Cristo, o tener visiones y revelaciones.
GRANDES MÍSTICOS
En toda la historia de la Iglesia ha habido místicos. Entre los más conocidos pueden mencionarse:
- San Juan, Apóstol y evangelista (siglo I).
- San Pablo de Tarso (siglo I).
- Los Padres del Desierto (siglo IV).
- Santa Hildegarda (siglo XII).
- San Buenaventura (siglo XIII).
- Santa Ángela de Foligno (siglo XIII).
- Santa Catalina de Siena (siglo XIV).
- San Ignacio de Loyola (siglo XVI).
- Santa Teresa de Jesús (siglo XVI).
- San Juan de la Cruz (siglo XVI).
- Beata Concepción Cabrera de Armida (siglo XIX y XX).
- San Pío de Pietrelcina (siglo XIX y XX).
- Beata Alejandrina de Balazar (siglo XX).
TEMA DE LA SEMANA: UN TALLER PARA APRENDER A ORAR
Publicado en la edición impresa de El Observador del 11 de agosto de 2019 No.1257