Por Sergio Ibarra

¿Cuánto camino debe caminar nuestro país para lograr integrar un sistema educativo con el cual no quedar reprobado ante cualquier evaluación internacional?

¿Cuántas discusiones para reformas, contra reformas y retro reformas tendrán que seguir pasando antes de llamar al sistema educativo libre de influencias sindicales?

¿Cuántos mares deberá navegar la educación para que, antes de privilegiar al horizonte futuro, sea la ola del oportunismo en turno que se apropie y asigne discrecionalmente plazas?

¿Cuántas reformas y argumentos que sigan dividiendo al bien del mal y sea tarde para comprender que hoy vivimos en una sociedad globalizada interconectada?

¿Cuántas veces deben continuar lastimando a una generación tras otra las balas de la mentira y la omisión que disculpan la mediocridad, la ignorancia y la flojera de dirigentes, que por bloquear la avenida Reforma o el Zócalo o la Cámara de Diputados obtengan lo que quieren y no lo que le conviene a la Patria?

¿Cuántas reformas más para que la sociedad comprenda que la educación depende de ella y no de unos cuantos que conducen un sindicato o a un poder legislativo clientelista electoral plagados de corrupción y sumisión al poder ejecutivo?

¿Cuántas generaciones para lavar instituciones vitales para la sociedad democrática que hoy somos o quizás ser espectadores para verla desaparecer?

¿Cuántas décadas o siglos más de diferencias sociales explotadas por oportunistas?

Diría el poeta Dylan, ¿Dónde esta la respuesta? No sabemos si está en el viento.

¿Cuántos años para que existan líderes serios con soluciones serias?

Sí, ¿cuántas veces podrá volver la cabeza nuestra Patria antes de que sea tarde?

¿Cuántos años más para seguir escuchando comas y puntos que, lejos de unir, hoy no solo dividen sino están fracturando la cohesión de nosotros, los que pagamos impuestos?

La respuesta, quizás, esté en los vientos del futuro, pero está en nosotros el llamar y reclamar sensatez.

Publicado en la edición impresa de El Observador del 29 de septiembre de 2019 No.1264

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