Por Sergio Ibarra

La prospectiva es el campo de la ciencia de la Administración que estudia y contempla el futuro. Sus tareas parten del estudio del pasado y el hoy para construir el futuro, imaginando escenarios de lo probable, lo deseable y lo posible. ¿Qué debemos promover para conquistar el bien común hacia el futuro de México?

Por un orden propicio

El filósofo Joseph Thomas Delos (1891-1974) dio la definición de bien común: Conjunto organizado de condiciones sociales por las que la persona humana puede realizar su destino natural y espiritual. La realización del bien común de la sociedad mexicana se dará en la medida en que proporcione a sus miembros los mejores medios para combatir la miseria, la ignorancia, la inmoralidad y la injusticia prevaleciente desde 1821, pero que la modernidad y el urbanismo han acentuado a partir de las economías posteriores a la Segunda Guerra Mundial, en donde las naciones compiten basadas en sus capacidades humanas y tecnológicas. El futuro de México impone crear y desarrollar el orden propicio para la suficiencia de bienes materiales, intelectuales y morales.

¿Cuál es el principal reto?

El principal reto del futuro es combatir la miseria. Deben enfocarse en políticas públicas y privadas hacia la disminución de las diferencias en la distribución de la riqueza. Según el Informe sobre la Desigualdad Global 2022, en México el 10% de la población concentra el 60% de los ingresos, en tanto el 50% de la población posee el 10% de los ingresos, en consecuencia, la clase media o el 40% de la población tendría el 30% de los ingresos.

Las condiciones del desarrollo del siglo XXI demandan talento y conocimiento en todos los miembros de la sociedad. La República debe ser eso, un conjunto de estados responsables con la independencia necesaria para enfrentar los desafíos de sus regiones, siguiendo un marco de referencia construido por el Estado. Entiéndase por ello, la confluencia de todos los grupos sociales que integran nuestra Patria.

Es imperativo desarrollar un modelo educativo que construya las habilidades del futuro, hacer de la docencia una profesión competitiva y un marco de referencia que evite discrecionalidades del gobernante en turno. En tanto continúe el modelo sindicalista que prevalece, seguiremos condenando el futuro al pasado.

Al rescate de la moral

Imaginar el futuro en el siglo XXI enfrenta el reto de una sociedad interconectada. Hoy campea la insolencia digital y presencial de la ignorancia, provocando un deterioro creciente de la moral y con ello, del valor que debemos atesorar: el orden social. Se requiere de una coordinación de la pluralidad y de una estructura institucional que garantice la permanencia esencial de la sociedad mexicana en el tiempo.

Rescatar la moral social enseñando y haciendo respetar desde lo más elemental como el uso del agua, la electricidad, calles, jardines, monumentos, etcétera. Si no respetamos lo que no es nuestro ¿Cómo aspiramos a la justicia?

El futuro exige de todos los órdenes de gobierno, a efecto de promover una convivencia social orientada hacia el bien común, una planeación y rendición de cuentas de políticas públicas dirigidas, irrestrictamente, hacia la construcción y el cuidado de las condiciones para que los miembros de la sociedad mexicana accedan al progreso y a su realización.

Dar hasta que duela

La participación social del futuro debería llamarse involucramiento social. Bien decía la Madre Teresa: Dar hasta que duela y cuando duela dar todavía más. No habrá plan, no habrá recursos, ni proyectos que construyan el futuro sin una sociedad que valore lo que cuesta cada gota de agua, cada calle, cada poste, cada luminaria, cada banca. El México del futuro necesita que los mexicanos se comprometan a ser seres civilizados, respetuosos y felices, pero especialmente a dar y darse a los demás.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 2 de julio de 2023 No. 1460

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