Por Sergio L. Ibarra

La ideología es un conjunto de ideas o sistemas que sustentan a la política. Cito a dos pensadores católicos de origen francés que sentaron conceptos esenciales del desarrollo social contemporáneo y que sirven como un punto de partida para comprender desde el ángulo de la filosofía social cristiana las intenciones de las campañas presidenciales ya en proceso.

Dos nociones del bien común

El filósofo francés Joseph T. Delos (1892-1974) definió el bien común como el “conjunto organizado de condiciones sociales por las que la persona humana puede realizar su destino natural y espiritual”. Se trata del bien común de las personas, por ello, es preciso señalar que se refiere a su origen, a su destino trascendente, a su vida material, intelectual y moral, a su existencia temporal y a su destino espiritual.

Jaques Maritain (1882-1973) distingue entre persona e individuo, afirma que “es preciso decir que el bien común temporal, por ser un bien común de personas humanas, y justamente por eso, hace que cada uno, al subordinarse a la obra común, se subordine a la realización de la vida personal de los otros, de las otras personas; de suerte que, por la gracia de la amistad fraternal, la subordinación de la persona conduce a la dignidad de la persona, pues ésta es parte de la ciudad y participa del bien común de la ciudad.”

Como el juego de la cuerda

Las sociedades civiles residen en las instituciones, estas representan las formas y los estilos de vida aceptados por una comunidad determinada, así como también las formas de convivencia. Es aquí en donde viene la reflexión sobre la ideología, los valores morales y la síntesis de propuestas de quienes aspiran a conducir, en este caso, a la nación. Las décadas recientes han mostrado una paulatina pero creciente escasez de políticos que sean auténticos portadores de una ideología con la cual aglutina a la sociedad. Hemos sido testigos de la desideologización. Una de sus consecuencias es generar divisiones sociales. Una sociedad dividida es como el juego con la cuerda que jugamos de niños, en donde, como en un sistema vectorial de fuerzas, unos jalan para un lado y otros para el otro. Si están parejas las fuerzas de los participantes, el resultado es que el sistema no se mueve. Eso es lo que le pasa a una sociedad dividida. Lamentablemente hoy campean políticos instrumentalistas que ignoran las consecuencias de una división social.

Los tiempos electorales presidenciales de este 2024 entrañan la responsabilidad personal de entender que ideologías sustentan los proyectos de gobierno de las principales candidatas a la presidencia y los partidos a los que pertenecen. El pasado 1 de marzo dieron inicio de manera oficial las campañas. Siendo su primer mensaje, este representa la esencia de la ideología y de los valores morales del proyecto que plantean al electorado.

Dos visiones y una distinción

Se cita a continuación precisamente las ideas centrales de ambas:

Claudia Sheinbaum: “Nos tocará, juntos y juntas, guardar el legado de un hombre que está hoy en Palacio Nacional, que ha cambiado para bien la historia de nuestro país. Nos ha enseñado a no caernos frente a ninguna adversidad, a no arrodillarnos frente al poder del dinero, a confiar en el pueblo y su dignidad. A ese hombre, Andrés Manuel López Obrador, le decimos que vamos a cuidar su legado”.

Xóchitl Gálvez: “La inseguridad afecta a todos por igual pero unidos podemos vencerla y es que hay una demanda que une a todos los mexicanos, queremos vivir sin miedo y para lograrlo como presidenta propongo un modelo de seguridad con cabeza, corazón y coraje… A nuestros soldados y marinos no les corresponde tapar baches en una carretera o prestar servicios de hotelería vamos a sacar a soldados y marinos de las tareas civiles que los distraen de su misión principal defender a México de la mayor amenaza a nuestra soberanía: el control territorial del crimen organizado sobre vastas zonas del país. A los civiles lo que es de los civiles y a los militares lo que es de los militares… se acabaron los abrazos a los criminales y la ley será la ley”.

El riesgo en esta valoración de por quién votar el próximo mes de junio, es confundir el pulmón con la pulmonía.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 24 de marzo de 2024 No. 1498

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