El Papa explica el arte del ejercicio de la inteligencia espiritual

Por Ary Waldir Ramos Díaz / ALETEIA en El Observador

En la audiencia general, el Papa Francisco predicó sobre el arte de descubrir los signos de Dios en la propia vida y en el mundo de hoy. «Los imperios siempre caerán, si no son de Dios», así como los proyectos humanos son frágiles y admitió «también nosotros damos escándalos», pero la Iglesia «no se ha derrumbado» porque «el Señor nos salva».

Francisco explicó el arte del ejercicio de la inteligencia espiritual para no hacer juicios apresurados en la vida y obrar según el Espíritu Santo y la voluntad de Dios. Lo hizo este miércoles 18 de septiembre de 2019 con motivo de la audiencia general en la Plaza de San Pedro.

Inteligencia espiritual

El ejercicio de la inteligencia espiritual «no consiste en aplicar soluciones pre-confeccionadas, sino que es más bien un arte […] con el que aprendemos a ver la realidad con una mirada contemplativa y a no hacer juicios apresurados, descubriendo en nuestras vidas las huellas de la presencia de Dios».

El arte del discernimiento frente a una situación que rompe los esquemas acostumbrados es ejercitado por «hombres descentralizados de sí mismos», como los discípulos de Jesús, que «a pesar de la prohibición» de evangelizar, «seguían dando testimonio del Resucitado con gran valentía, llenos del Espíritu Santo».

El Papa describió que los apóstoles no siempre fueron valientes. Cuando Jesús fue detenido, ellos mostraron su cobardía.

«Pero de cobardes pasaron a ser valientes porque el Espíritu Santo estaba con ellos. Lo mismo nos sucede a nosotros: si tenemos dentro el Espíritu Santo tendremos la valentía de seguir adelante, el coraje de ganar tantas batallas, pero no por nosotros, sino por el Espíritu que está con nosotros». Fortalecidos por este pacto, los Apóstoles no se dejan intimidar por nadie.

Los mártires cristianos coptos

El Papa recordó que muchos mártires cristianos no escondieron su fe. Así, mencionó el testimonio de los egipcios cristianos coptos, migrantes, trabajadores en Libia, secuestrados en la ciudad de Sirte, y decapitados por el Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIL), en un macabro ritual en una playa en 2015.

«Todos fueron degollados, pero la última palabra que dijeron fue: ¡Jesús, Jesús! No habían malvendido la fe porque tenían el Espíritu Santo con ellos», dijo Francisco mirando a los 12,000 fieles presentes en la Plaza.

El Papa retomó el ciclo de catequesis sobre los Hechos de los Apóstoles y centró su meditación en el tema: «Ojalá no estén luchando contra Dios» (5,39).

Discernimiento

Sobre el peligro y las situaciones difíciles, el Papa rememoró «cuando el Sanedrín» quería tomar la decisión de matar a los discípulos de Jesús.

Ahí, contó, «se alzó en medio de la Asamblea Gamaliel, un fariseo respetado por todo el pueblo, y para ayudarles a reflexionar tomó la palabra y les enseñó cómo ejercitar el arte del discernimiento».

«Les pide dejar libres a los discípulos, basándose en la idea de que, si su actividad es cosa de hombres, se disolverá; pero si es de Dios, es mejor no luchar contra ellos pues de lo contrario se expondrían a luchar contra Él».

El Papa señaló que también la «comunidad eclesial puede aprender del discernimiento. Las palabras de Gamaliel dan un criterio que tiene sabor evangélico, puesto que invitan a saber reconocer el árbol por sus frutos», expresó.

Entonces, explicó que el discernimiento no se trata de soluciones ya fabricadas, sino más bien es un arte para los discípulos y la comunidad: discernir sobre la presencia de Dios en la vida y en los acontecimientos.

«El discernimiento no proporciona soluciones estándar porque es un arte, un ejercicio de la inteligencia espiritual de los hijos de Dios que aprenden a ver en la historia las huellas de la presencia del Padre».

Los imperios no duran

El Papa Francisco, citando a Gamaliel, explicó que «cada proyecto humano puede recibir elogios y luego naufragar, mientras que todo lo que viene del cielo y lleva la ‘firma’ de Dios está destinado a durar».

El Papa indicó que los imperios de hoy se derrumbarán si Dios no está con ellos. «Porque la fuerza que tienen los hombres en sí mismos no es duradera. La fuerza de Dios persiste».

Los proyectos humanos terminan, insistió. «Piensen en tantos proyectos políticos y cómo cambian, pasando de un lado al otro, en todos los países.

«Piensen en los grandes imperios, y las grandes dictaduras de los siglos pasados: ellos se sentían potentes para dominar el mundo y, luego, se derrumbaron todos».

La Iglesia y los escándalos

El Papa afirmó que, a pesar del paso de los siglos, la Iglesia no se ha derrumbado porque Dios está con ella. «Nosotros somos pecadores que tantas veces damos escándalos, pero Dios está con nosotros. Dios nos salva primero y después a ellos, pero siempre salva. La fuerza de Dios está con nosotros».

Por lo tanto, «si los discípulos de Jesús de Nazaret creían en un impostor, estaban destinados a desaparecer en el aire; si, en cambio, siguen a alguien que viene de Dios, es mejor dejar de pelear contra ellos; y advierte sobre las palabras de Gamaliel: «Ojalá no estén luchando contra Dios» (Hechos 5:39).

El Papa saludó al final a los peregrinos presentes en la plaza de San Pedro. «Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a saber descubrir a Dios en los acontecimientos y en las personas que nos rodean. Que Dios los bendiga».

Por último, el Papa pidió oración por el Día Mundial del Alzheimer, que tendría lugar el 21 de septiembre. La audiencia general concluyó con el canto del Padrenuestro (Pater Noster) y la bendición apostólica.

Publicado en la edición impresa de El Observador del 29 de septiembre de 2019 No.1264

Por favor, síguenos y comparte: