Por P. Prisciliano Hernández Chávez, CORC
El día 18 de mayo del 2020, celebramos una fecha memorable: el Centenario del nacimiento de uno de los grandes hombres de la Historia, que vivió la plenitud su vida humana como plenamente divina. Es una figura enorme, tan cercana a nuestro corazón que es imposible olvidarla en el baúl de los recuerdos. De personalidad señera en las diversas etapas de su vida y bajo los más variados filones de su existencia, hizo Historia. No se puede hablar del siglo XX y de principios del siglo XXI, sin hacer referencia a este gran hombre, que dejó una huella indeleble a su paso por nuestras naciones, incluida la nuestra, a quien robó el corazón que incluso llegó a decir este Papa cien por cien polaco “soy mexicano”.
Antes de iniciar su labor pontificia vino a México (26 de enero de 1979); fue uno de las grandes alegrías de nuestra nación tan golpeada por el laicismo; está escrita en los anales de la Historia de México y en nuestros corazones. Se empeñó en el estudio serio, competente e histórico para beatificar y luego canonizar a nuestro amado Juan Dieguito; la Virgen no solo le pagó a éste con el Cielo, sino con su reconocimiento realizado por este Papa extraordinario, -también hijo predilecto de Ella, a la cual se entregaba filialmente con su lema “Totus Tuus”,- soy todo tuyo, Magno entre Magnos, en este lugar que es verdadera puerta del Cielo, aquí en su Casita de México, en el Tepeyac, proclamado beato Juan Diego Cuauhtlatoatzin (6 de mayo de 1990) y luego Santo (31 de julio del 2002). No se podrá olvidar su anhelo e intervención para lograr la libertad de los pueblos esclavizados tras la vergonzosa Cortina de Hierro, incluida su natal Polonia.
Es innegable el aliento que como filósofo infudió a la ética y el abrir horizontes a la antropología, uniendo su formación ontológico-tomista con la apertura al método fenomenológico, método novel para filosofar: ahí está su obra maestra “Persona y Acto”, cuya densidad y complejidad, nos dan cuenta de la hondura de su filosofía para ese abrazo entre la tradición del pensamiento y la modernidad de los análisis desde la conciencia, propios de la contemporaneidad. Este gran pensador nos invitará a entrar en la interioridad de la persona y llegar a valorar en este rubro, la actualización-realización de la persona en el amor. Vincula su filosofía a su reflexión desde la fe, con su visión de la Teología del Cuerpo, “hombre y mujer los creó”; su apreciación de la familia (Familiaris Consorcio), sobre el trabajo (Laboreme Exercens), sobre la sociedad (Centéssimus Annus), sobre la moral (Veritatis Splendor), sobre la unidad y mutuo enriquecimiento entre fe y razón (Fides et Ratio) y sus encíclicas magistrales y magisteriales (14) aunadas a los documentos postsinodales como Pastores Dabo Vobis.
En todos sus documentos, se le nota su hondura de trasfondo antropológico, de gran pensador, quizá desde la primeran encíclica de su Pontificado, Redemptor Hominis,- El Redentor del Hombre. Juan Pablo II, lo hemos de consider santo, es santo, modelo e intercesor. Así la multitud en coro lo pidió ante su féretro: “santo súbito”; Benedicto XVI, acogió con benevolencia esta súplica del pueblo de Dios, como lo señala en esta al Carta al Episcopado Polaco con ocasión de este Primer Centenario del nacimiento de este hijo ilustre de Polonia, y diríamos, no magisterial pero sí testimonial para toda la Iglesia: canonizado por el examen heróico de sus virtudes y por la benevolencia de Dios, a través de los milagros. Juan Pablo II respondió plenamente a la vocación universal a la santidad, entendida como vocación al amor en el marco de toda su vida, por su docilidad y entrega, se realiza en él la obra de la gracia divina.
Conocemos muchos de sus hechos, dichos y escritos. Valdría la pena honrar a este gran santo San Juan Pablo II, leyendo su biografía,- hay diversas de excelentes plumas, conociendo sus escritos: 14 encíclicas,14 exhortaciones apostólicas, 11 consitituciones apostólicas, 29 motu proprio, 6 libros personales, el Nuevo Derecho Canónico, el Catecismo de la Iglesia Católica.Recordemos que añadió los Misterior Luminosos al Santo Rosario, para darle esa visión de totalidad evangélica, no solo los Misterios Gozosos, -de la la Encarnación al Niño en medio de los Doctores, los Misterios de la Pasión,- desde la Oración del Huerto hasta su Crucifixión, los Misterios Gloriosos,-desde su Resurrección hasta la Coronación de su Madre, la Santísima Virgen María como Reina de todo lo Creado; sino los Luminosos, -del Bautismo,-como entronización profética, hasta la institución de la Eucaristía; así tenemos una oración cristológico-mariana, desde el corazón de María, contemplamos al Hijo amado en las diversos momentos de su vida ( Octubre del 2002).
Nos ofreció más de 20 mil discursos. Beatificó a 1342 y canonizó a 482, declarándolos oficialmente santos. Ofreció más de mil doscientas audiencias generales. Recibió a cerca de 20 millones de fieles de todo el mundo. Publicó libros de prosa y poesía. Insituyó y asistió a las Jornadas Mundiales de la Juventud (once de ellas) en diversas partes del mundo. Fue sometido a 9 operaciones y sufrió un atentado mortal (13 de mayo de 1981) por Ali Agca, a quien el 17 de mayo desde la policlínica Gemelli perdonó: “Ruego por el hermano que me ha atacado a quien he perdonado sinceramente”; el Papa atestigua que lo salvó la Virgen.
Realizó 104 visitas fuera de Italia (5 a México) y 145 a la misma Italia, 700 en la Diócesis de Roma. Promovió 9 Consistorios y creó 232 cardenales. Celebró 15 Sínodos entre ordinarios, especiales y un extraordinario (cf Juan Pablo II. El Buen Bastor da la Vida por las Ovejas, 2005). / Estaba escribiendo este artículo cuando me enteré de la Carta conmemorativa del Papa Benedicto XVI al Episcopado Polaco. Me ví tentado a no continuar y gozar, meditar este gran reconocimiento de un gran conocedor de la Iglesia y de sus problemas, eminente teólogo, colaborador y amigo de Juan Pablo II, a quien le renunció como Prefecto de la Doctrina de la Fe y el Papa le pidió que se esperara. Es un documento testimonial extraordinario.
Ahí encontraremos momentos importantes de la vida de la Iglesia a través de la actividad del Papa Juan Pablo, como el tema del Vaticano II, rechazado por algunos y plenamente aceptado por los Polacos; su participación en el Concilio sobre todo con algunas cuestiones y la participación del joven Obispo Karol Wojtyla en la Consitución Pastoral Gaudium et Spes. Quiero citar literalmente un párrafo de esta Carta Conmemorativa del Papa Benedicto XVI del Primer Centenario del Natalicio de San Juan Pablo II que hace referencia al estilo del mismo Juan Pablo y su relación con el Papa Francisco, quien ha sido denostado por algunos que se sienten almas superiores, inflados en sus teologías etnocéntricas, miopes y de escritorio: “Después de todo, más allá de este significado histórico objetivo (de la misericordia), es esencial que todos sepan que , al final, la misericordia de Dios es más fuerte que nuestra debilidad. Además, en est etapa actual, también se puede encontrar la unidad interior entre el mensaje de Juan Pablo II y las intenciones fundamentales del Papa Francisco: Juan Pablo II no es un rigorista moral, como algunos lo intentan dibujar en parte. Con la centralidad de la misericordia divina, nos da la oportunidad de aceptar el requerimiento moral del hombre, aunque nunca podemos cumplirlo por completo. Sin embargo, nuestros esfuerzos morales se hacen a la luz de la divina misericordia, que resulta ser una fuerza curativa para nuestra debilidad”.
Juan Pablo II, tuvo una especial vinculación con santa Faustina Kowalska, la gran mística y apóstol de Jesús de la Divina Misericordia. En al homilía del 7 de junio de 1997, nos abrió su corazón: “Siempre he sentido cercano y me ha gustado el mensaje de la Divina Misericordia…Esa fue también mi experiencia personal, que llevé conmigo a la Sede de Pedro y que, en cierto sentido constituyen la imagen de mi Pontificado”. Cuando recordaba el vigésimo quinto aniversario de su elección al pontificado, nos dice: “Fue necesario recurrir a la Divina Misericordia, para que a la pregunta de ‘¿Aceptas?’, pudiese responder con confianza: ‘En la obediencia de la fe, ante Cristo Señor mío, entregándome a la Madre de Cristo y a la Iglesia, consciente de las grandes dificultades, acepto”.
Juan Pablo II,-Karol Jósef Wojtyla, nació en Wadowice Polonia el 18 de mayo de 1920; ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946 por el Arzobispo Adam Setefan Sapieha; fue ordenado obispo auxiliar el 28 de septiembre de 1958 por el Arzobispo Eugeniusz Baziak. Nombrado Arzobispo de Cracovia el 13 de enero de 1964 y toma posiesión el 8 de marzo. San Pablo VI le otorga el nombramiento de cardenal el 28 de junio de l969. Elegido Papa el 16 de octubre y asumió la Sede de Pedro el 22 de ocubre de 1978 celebrando solemnemente el inicio de su pontificado.
Murió en el Palacio Apostólico en la Ciudad del Vaticano el 2 de abril del 2005. Fue beatificado el 1 de mayo del 2011 por el Papa Benedicto XVI y canonizado el 27 de abril del 2014 por el Papa Francisco. Si han existido dos pontifices a los cuales se les ha dado el título de Magno,-san León y san Gregorio, papas, bien valdría la pena darle ese título, también a San Juan Pablo II; quiera Dios que así lo proclame el Papa Francisco.
Yo, sin ninguna autoridad, solo con el corazón henchido de entusiasmo le digo, San Juan Pablo II, Magno entre Magnos. Quiero cerrar este recuerdo con algunos “Pensamientos de Luz” de Karol, Nuestro San Juan Pablo II, que verdaderamente nos permiten conocer un poquito el corazón de este gran hombre, gran pensador, gran Papa, gran santo, traducidos y seleccionados por el Prof. Dr. Bogdan Pietrowsky:
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“El amor me lo explico todo” (1944).
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“Porque el amor es el más grande en la sencillez” (1944).
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“Él mismo, cuando nos ha amado, nos ha hechizado con la sencillez” (1944).
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“Demasiado tarde, hoy cada dolor que regresa de Ti, se transforma en amor por el camino” (1956).
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“Es Él quien les permite participar de la belleza que les insufló” (2003).
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“Cambiaste el lugar externo del cuerpo por el interno al decir: “tomad y bebed todos de él” (1965).
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“El hombre descubrió-quizá no sabía que lo descubría-que el significado lo otorga la mente, pero también el corazón” (1966).
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“A decir verdad, pienso continuamente en lo que persigo con el corazón y no sé si estoy más lleno de emociones o de conocimientos” (1961).
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“¡En la confesión escucha las nostalgias de los pueblos!¡Un deseo santo: libertad y amor!” (1939).
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“Cuando los pueblos se inventaban los dioses, vino El que Es” (2003).
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“Los hombres sin casa de nuevo habitan la Tierra a través de la Cruz” (1965).
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“¡Lugar del encuentro, deja de ser un desierto y vuélvete un oasis!” (1965).
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“Se mezclaron el instante y la eternidad, la gota abarcó la mar” (1944).
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“Hijo -significa la paternidad y la maternidad” (2003).
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“¡No separes a los hombres del Hombre que se volvió el Cuerpo de su historia!” (1966).
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“Y tú, Pedro, Quieres ser aquí Piso para que pasen por encima de Ti (andando hacia adelante sin saber a dónde), para que vayan donde dirijas sus pies” (1962).
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“¡Oh, Libertad! Eres un santo apego a la poesía celestial, creada con el corazón” (1939).
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“Las manos son el paisaje del corazón” (1956).
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“Es débil el pueblo si acepta su derrota, cuando olvida que fue enviado para velar hasta que llegue su hora” (1974).
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“En la oscuridad hay tanta luz, cuanta vida en la rosa abierta, cuanto Dios desciende sobre los bordes del alma” (1944).